pacix
Clan Leader
Más rápido y deportivo que el Z3
El BWM Z4 es un roadster biplaza que sustituye al Z3. Llegará a España en primavera de 2003 (hacia marzo o abril) y se venderá en Estados Unidos desde octubre de 2002 (allí se fabrica en la planta de BMW en Spartanburg, Carolina del Sur). Su estilo tiene algunos rasgos de los prototipos BMW X-Coupe y BMW CS1.

Inicialmente, el Z4 tiene un motor de 2,5 litros con 192 CV o un 3,0 litros de 231 CV (los mismos motores que se utilizan en los Serie 3). La velocidad máxima anunciada es 235 y 250 km/h respectivamente. Ambas versiones llevan de serie un cambio manual, el Z4 2.5i con cinco marchas y el Z4 3.0i con seis velocidades.
Opcionalmente, ambas versiones pueden tener dos tipos de caja de cambio automática con mando secuencial: una de tipo tradicional con convertidor de par y cinco marchas (Steptronic) y otra con la estructura de un cambio manual, embrague automatizado y mandos en el volante que tiene seis velocidades (SMG).
La suspensión trasera es similar a la del Serie 3, aunque con ligeras modificaciones. El Z4 es el primer BMW de serie con una dirección de asistencia eléctrica (EPS). Opcionalmente, tiene un sistema electrónico (denominado FDC) con el que es posible variar la asistencia de la dirección, la respuesta del motor al acelerador y, si tiene cambio automático, el programa que lo controla.

Los responsables de BMW no contemplan una versión «M Roadster» del Z4, aunque afirman que están preparados para ello, ni tampoco habrá una variante con carrocería cupé como en el Z3 al que sustituye. También aseguran que no se ha planificado montar ningún motor de cuatro cilindros en el Z4 (como sí tenía el Z3).
De momento no hay precios definitivos, pero se estima que en España cuesten en torno a 38.000 € el Z4 2.5i y 45.000 € el Z4 3.0i, todo en función del equipamiento de serie que lleven (que será más completo que en otros mercados).
PRUEBA DE CONDUCCIÓN
En la presentación internacional del Z4 sólo he tenido ocasión de probar la versión 3.0i (no había versiones 2.5i). Pocos kilómetros me han hecho falta para darme cuenta de que su estabilidad es muy superior a la del Z3 al que sustituye. Principalmente porque su aplomo es mayor y, sobre todo, porque sus reacciones son más predecibles y fáciles de controlar.
A mi parecer, el Z3 pecaba de tener unas suspensiones excesivamente suaves, sobre todo en el eje trasero, lo que hacía que, en una conducción exigente, se hundiese de atrás al acelerar fuerte y se acentuase su tendencia sobreviradora. El Z4 va más duro de suspensiones y ha perdido algo de confort, pero merece más la pena lo que ha ganado en estabilidad y seguridad activa que lo que ha perdido en comodidad.
El incremento de la rigidez torsional de la carrocería creo que ha sido otro factor decisivo en su mayor estabilidad. Pisa muy bien sobre el asfalto y las reacciones son muy nobles. Al límite es muy ligeramente subvirador (algo típico en los tracción trasera para hacerlos más fácil de conducir), pero el guiado del eje delantero sigue resultando extraordinariamente fiel a las indicaciones de una dirección rápida y con buen tacto. El eje trasero se aguanta mucho, incluso levantando el pie del acelerador en pleno apoyo, y sólo comienza a sobrevirar cuando forzamos mucho la marcha o lo provocamos (en ese momento el control de estabilidad entra en funcionamiento y evita el deslizamiento de las ruedas traseras, a no ser que lo desconectemos).

Del motor 3.0i de 231 CV sólo puedo decir que me parece sobresaliente. Tiene una capacidad de aceleración excelente y empuja con mucha fuerza desde bajo régimen hasta pasar la zona roja del cuenta vueltas a 6.500 rpm. El cambio de seis marchas ayuda a sacar un mejor partido, a pesar de que la sexta tiene un desarrollo un poco largo. El manejo es muy rápido y preciso. Destacar el agradable sonido de su motor de seis cilindros (que se escucha apreciablemente en el interior) y el petardeo que se produce en el escape cuando después de acelerar soltamos el pie del acelerador, algo que a algunos conductores les hará rememorar «gloriosos» tiempos pasados.
También he tenido ocasión de probar el Z4 3.0i con la suspensión deportiva M Technik. Es menos flexible, algo menos confortable y todavía más estable en curva. Al ir más bajo (15 mm) y más duro, se nota menos el movimiento de la carrocería, y el paso por curva es aún superior. A esto contribuía también de forma notable los neumáticos opcionales más anchos que llevaba, con perfil más bajo (Bridgestone Potenza RE050A 225/40 R18 88 W delante y 255/35 R18 90 W detrás). De serie lleva 225/45 R17 91 W en las cuatro ruedas. Todos ellos son «run flat» antipinchazo (código RFT).

Con la capota puesta se aprecian en el interior algunos ruidos aerodinámicos que son mejorables. No es un coche silencioso, pero tampoco es demasiado molesto el ruido. Con el mando eléctrico, la capota se abre en sólo 8 segundos y se cierra en 10 s. La operación no puede ser más sencilla, sólo hay que apretar un botón, el resto es todo automático. Como el Z4 que he probado no llevaba derivabrisas trasero, las turbulencias generadas en el interior con el techo quitado empezaban a ser molestas a no demasiada velocidad.