No es del todo cierto, aunque las fechas que mueve son muy aproximadas.
El casete compacto tal y como lo conocemos salió de Philips en torno a 1962 en Europa y 1964 en Estados Unidos, y si no estoy mal informado, salió de Eindhoven, Holanda, donde está el "cuartel general" de Philips. El motivo de la investigación de este soporte era el de poder disponer de pequeños y manejables "cartuchos" en los que se pudieran hacer grabaciones rápidas y que sean fácilmente transportables, y su finalidad principal fue la de hacer una máquina para grabar DICTADOS, nada de música. Por ejemplo, un equipo de investigación está investigando algo y en vez de estar escribiendo notas constantemente (por supuesto, a mano), podrían introducir uno de estos "cartuchos" y poder tomar notas de voz, más cómodas y así poder grabar también el énfasis de sus hallazgos. La calidad fue paupérrima pero cumplía perfectamente para su finalidad, que no era más que grabar notas de voz.
Cuenta la leyenda, que no sé si será leyenda o fue real, que en Estados Unidos, cuando se enteraron de esto, tres grandes fabricantes de coches como Ford, Chrysler y otra más que no recuerdo, vieron un filón muy gordo para la música en sus coches. Por si no lo sabíais, por los años 50, la música disponible en los coches era, o la radio de la zona, o reproductores de vinilo de 45 vueltas. Sí, los coches tenían reproductores de vinilo.

Si los jípsters se enteran de esto, les da un infarto y ya están poniendo en su coche eléctrico con WIFI uno de estos bichos para ser los más guays y enviar la música del plato a la radio con un emisor Bluetooth del chino con el peor códec de transmisión.


Lógicamente, con las suspensiones de chicle que había en esas épocas y la calidad del asfaltado por aquella época hacían que un reproductor así en un coche tuviese el mismo futuro que un submarino descapotable (literal

) por lo que hicieron una donación de, si mal no recuerdo, 5M de dólares a Philips para que mejorara el formato y tuviese un mínimo de calidad musical. Con esa cantidad de dinero en la mano, Philips no podía defraudar a sus inversores, y con Sony asomando la patita por otro ángulo, no tuvieron más remedio que hacer gratuita (que no libre) la licencia del casete compacto. De esta manera, todo fabricante que quisiese hacer un reproductor/grabador de cintas, solo tenía que pedirle a Philips "los papeles" y Philips se los daba gratis. El resultado de esto ya lo sabemos, y es que fue un éxito rotundo, entre otras cosas, porque Philips consiguió hacer una formulación en su banda magnética que podía llegar a tener un mínimo de calidad. El casete compacto ya había dejado de ser una herramienta para investigadores y había pasado a ser un formato musical.
A pesar de ser de licencia gratuita, que no libre, las formulaciones fueron mejorando, llegando a tener en el mercado hasta cuatro tipos de cintas (cosa que muchos de los que leéis estas líneas, posiblemente ignorasteis en su día), cada una con su respectiva calidad. La peor de las cintas, tenía una calidad aceptable para grabar música, y fueron las más populares porque también fueron las más compatibles, y para esto también ayudó su precio, que era el más bajo.
Aunque Sony perdió esta batalla (Sony ha perdido prácticamente todas las batallas de los formatos, excepto la del Blu Ray y la del CD, y la del CD la ganó porque se alió con Philips), probó suertes con dos productos nuevos: la cinta ELCASET (está bien escrito) y las cintas de tipo 3.
Cinta ELCASET con respecto a una cinta de casete compacto:
Esta cinta venía a competir con los "casetes", ofreciendo una cinta de bastante más calidad que el casete compacto. De hecho, solo es un poquito peor en calidad que las cintas de rollo-rollo. Seguro que alguna vez las habéis visto.
Pioneer RT-909, una máquina de referencia en este formato:
¿En qué falló Sony? Si bien es cierto que en términos de calidad se meaban en los casetes compactos, la máquina llegó bastante tarde (alrededor de 1976, no lo sé a ciencia cierta) y sus cintas eran bastante caras. Por lo poco que he leído (no hay mucha información disponible), no llegó a publicarse, o se publicó MUY poca música en este formato, por lo que estabas "condenado" a grabarte tus propias cintas para escucharlas tú mismo. Una pena porque en términos de calidad, se meaban en las cintas de casete.
Posteriormente Sony probó suertes con un nuevo tipo de cinta de casete compacto, y fue la tipo 3. Durante los desarrollos de la cinta, se llegaron a estandarizar cuatro tipos de cinta, que son las tipo 1 a 4 o IEC1 a IEC4 (IEC: Comisión Electrotécnica Internacional). Las cintas de tipo 1 son las peores y tienen una formulación de hierro, también conocidas como cintas de ferrita. Se formuló otro tipo de cinta que era la tipo 2, que era un tipo de cinta con una relación calidad-precio bastante decente (para aquella época). Tenía una formulación de cromo, por lo que se les llama también cintas de cromo. Estas formulaciones no se excitan con los mismos parámetros, por lo que la pletina, a la hora de grabar, tenía que ser configurada, ya sea en "posición normal" o "posición alta". Grabar una cinta de cromo en configuración "normal" daba como resultado un sonido pobre.
Volviendo al intento de Sony, vamos con las tipo 3. Salieron en unas fechas similares a las ELCASET pero duraron en el mercado dos o tres años. La formulación era una mezcla de ferrita y cromo, y como hemos visto anteriormente, o configuras la máquina para una o para la otra: no se puede configurar para las dos. Este problema técnico hizo que este tipo de cintas fueran efímeras. Ni las propias máquinas de Sony, después de este fracaso, eran configurables como tipo 3.
Más adelante se formuló un nuevo tipo de cinta, las tipo 4. Eran conocidas como cintas de metal (no, no incluían un disco de una banda de metal

) y eran caras, MUY caras. No recuerdo precios pero perfectamente podrías comprarte cuatro cintas tipo 1 por el precio de una tipo 4. Actualmente son las más cotizadas, porque, según tengo entendido, ya no se fabrican y hay que tirar de existencias antiguas. Hoy una de estas cintas te puede costar 60 euros perfectamente. Su alta calidad quedó reservada a los audiófilos, pero las cintas de venta NO eran tipo 4, por lo que tenían más o menos el mismo problema que las ELCASET y otros formatos de Sony. Hoy, como digo, están cotizadísimas, y para aprovecharlas bien, necesitas una máquina MUY BIEN calibrada y MUY buena, algo similar a una gama alta de la serie Sony ES o tirar directamente a las Nakamichi, que vienen siendo las Porsche de las pletinas de casete.
De modo que, en el mercado, estuvieron conviviendo TRES tipos de cinta: las tipo 1, 2 y 4. En esta foto, se pueden ver los tres tipos de cinta en orden. La última cinta es una tipo 4 protegida contra escritura. Gracias a estas muescas, las pletinas más modernas podían identificar de qué tipo de cinta se trataba y se ajustaba automáticamente para la grabación.
La calidad de las cintas viene a ser más o menos la siguiente:
TIPO 1: Calidad radio o estándar
TIPO 2: Calidad equivalente al CD
TIPO 4: Calidad superior al CD
Pero no todo queda aquí, y su evolución continuó hasta, directamente, cambiar de forma.
Uno de los inventos locos que hay en este campo es el DAT, más conocido (para el que la conozca

) como Cinta de Audio Digital. Es una cinta de un tercio del tamaño de la cinta de casete y la inventó Sony.
Su calidad estándar era IGUAL al CD, 44100Hz, 16bit, estéreo y sin compresión. Adicionalmente se podía grabar como 48000Hz para una mejor calidad y también a 32000Hz para tener más cinta. Este modo yo creo que nadie lo utilizó.

Tenía un sistema de corrección de errores que, aunque no sea el mismo, se implementó en el CD y fue una de las aportaciones de Sony al formato.
En la guerra de la sustitución de la cinta de casete como evolución tecnológica, Sony dijo que el soporte debía ser óptico pero Philips dijo que debía ser magnético y compatible con las cintas. En este caso, Sony y Philips se separaron y cada uno desarrolló su sistema. Sony desarrolló el Minidisc (terminó siendo magneto-óptico, no óptico solo) y Philips desarrolló otro formato, bastante poco conocido, que fue el DCC, el "Casete Compacto Digital" (Digital Compact Cassette) y fue el que perdió contra el Minidisc. Era, en esencia, una cinta de casete pero con datos digitales. Por fuera, solo se parece en la forma, pero funcionalmente, son prácticamente idénticas con algunas diferencias.
La cinta es básicamente una cinta de casete pero con datos digitales, y en vez de tener cuatro pistas (dos estéreo para cada cara) tenía 20 pistas digitales y una única cara. Aunque la cinta realmente se reproducía también con una cara B, era "transparente" para el usuario, ya que éste solo tenía que elegir la canción que quería escuchar y la máquina llevaría la cinta a ese punto, y daba igual en qué cara estaba. Te dabas cuenta porque la máquina accionaba solenoides y motores para hacer el cambio de cabezal e inversión de giro.
Pese a ser un sistema digital, no tenía la misma calidad que un CD, y solo guardaba
una de cada cuatro partes de audio. Era ligeramente mejor que el Minidisc, que guardaba
una de cada cinco partes, pero no llegaba a la calidad CD aunque las promociones eran de escuchar un CD y una cinta, y después decir qué has escuchado. Igualmente, ambos formatos eran mejores que el mejor de los MP3 posible. El formato fracasó pese a tener un catálogo de música considerable. Pero por increíble que parezca,
Philips sigue ganando dinero hoy día con el DCC, y el motivo es su tecnología de compresión PASC. En esta tecnología se basan mucho de los compresores de audio, incluido el ya obsoleto MP3, y éstos deben pagar por la patente a Philips para poder ser usado. No estoy seguro, pero al ser MPEG el tipo de compresión, no sé si también reciben dinero por la compresión de vídeo, ya que la gran mayoría de vídeos comprimidos que existen son MPEG, MPEG 2 o MPEG 4. Esto ya lo desconozco.
Reconozco que me ha quedado un hilo un poco largo,

pero me gusta hablar de formatos musicales, aunque algunos no me gusten. Creo que ha quedado una sopa de cocido enriquecida.

Es posible que a
@ObiWan pueda resultarle entretenida esta lectura.
