1960. Empleadas de la «Tabacalera», celebrando con alegría, algún acontecimiento.
La Antigua Tabacalera, se encontraba en la Glorieta de Embajadores. El feminismo en Madrid tiene una referencia potente en las cigarreras de la fábrica de tabacos de la glorieta de Embajadores.
Durante más de 170 años se reunieron allí unas 1.000 mujeres en turnos liando el tabaco desde muy niñas, enseñadas por abuelas y madres que vivían en las corralas de los barrios próximos.
Lograron tener en la fábrica guarderías donde cuidaran de sus hijos que llevaban con ellas, y establecieron jornadas de trabajo más aceptables y mejoras salariales.
Fueron ejemplo de solidaridad entre ellas y sus vecinos. Abrieron espacios donde acudir en su tiempo libre como merenderos, bailes, espectáculos populares, solas, sin compañía masculina, sin perder por ello su buen nombre.