Pues depende.
Caso A) Vas con un problema a un taller, y para solucionarlo se necesita una diagnosis. Pues hay 3 variantes:
-1) cobrar por la diagnosis, además de la reparación (a mi modo de ver, talleres chapuceros a mas no poder)
-2) no cobrar la diagnsosis, pero incluir un pequeño aumento en la factura de la reparación o no (para mi sería lo ideal)
-3) tratar con un tipejo que tenga mas cara que espalda, pretender que le hagan una diagnosis, decirle lo que pasa y luego irse a repararlo en casa o en otro lado (a este habría que cobrarle 5 veces por tonto o creerse demasiado listo).
Caso B) Lo que hacen muchos talleres. Inflar facturas con diagnosis aunque no se necesiten. Poco mas que añadir ¿verdad?, lo mismo que con el líquido del limpiaparabrisas, que se cobra por rellenar aunque esté lleno.
Caso C) Realizar diagnosis pero que no se saben interpretar y que solo sirven para cambiar piezas que no se necesitan en un ensayo/error que paga el cliente hasta acertar con suerte. Estos sitios además, suelen estar englobados en el Caso A, apartado 1.
En general, los aparatos de diagnosis cuestan un dineral que hay que amortizar, para mí la cosa está en como el taller amortiza su inversión. También una dinamométrica o un martillo de impactos cuestan un dineral, y no por ello te cobran un suplemento por usarlos ¿no?.