Uno empieza a comprender hasta que punto se han ido apoderado de nuestra sociedad el victimismo y el odio, que se retroalimentan y arrasan en las redes sociales, foros, por las que circulan las filfas más espeluznantes imaginables. El victimismo, siempre ligado al pasado y que perpetúa el dolor y cultiva resentimiento, es hereditario.
Aquí algunos podríamos poner ejemplos de odio innecesario, si, tarda en aparecer, porque al final es lo de siempre, algunos creen guardar las formas, pero ya se sabe, la cabra siempre tira al monte y ya se sabe, la víctima no tiene necesidad de justificarse y ese es el sueño del poder, una posición estratégica. De hecho, establecer quién es más víctima es el pretexto de todas las guerras, eso y el uso de emoticonos cuando alguno carece de argumento, pero cuidado, lejos de asumir y entender el error, lo repite constantemente, cada vez más estrepitosamente, victimismo, odio y esas cosas.