Uno de mis mayores vicios es la comida, en lo que invierto la mayoría de mis ingresos y ratos libres, y a lo que dedico mayor atención cuando viajo. Dicho esto, hay comidas que considero muy bien pagadas, otras menos y otras una tomadura de pelo.
Diverxo tiene en mi opinión luces y sombras. La comida, que es a lo que voy, muy bien y sorprendente. Llega un plato que es una raspita de pescado, con una salsa y unas gelatinas. La mayoría de la gente pensará que le están tomando por gilipollas y lo entiendo. Para mí, el animarme a probar algo que pienso que va a ser una p* mierda, y que luego me guste, es una parte emocionante de la experiencia. En ese aspecto, probablemente este sitio sea "el mas" sorprendente.
Preparar un menú de estas características requiere una labor de equipo, coordinación, elaboración y logística muy importante, por tanto no seré yo quien critique el precio que cada cual pone a su trabajo. Entiendo lo que me están cobrando, punto.
Sin embargo, el ambiente del sitio en general con la peña más pendiente de echarle fotos a todo que de lo que está comiendo, la parafernalia del local que la entiendo cuando aporta algo pero no cuando es gratuíta y estridente, y algunas cosas de la puesta en escena que me producen a veces ligera vergüenza... empañan, en mi humilde opinión, un poco la experiencia.
Por otro lado, este verano estuve en un restaurante de Ribadesella llamado Arbidel. Mismo estilo (menú degustación) pero con ocho platos en lugar de la docena del otro sitio. En mi opinión 10/10. La comida es tan buena y sorprendente como la del tres estrellas aunque este "solo" tenga una, y prescinde de todo lo que en mi opinión le sobra al madrileño, resultando la cuenta en unos accesibles 35€ cabeza, bebida aparte (unos 50 si bebes vino).
Me gustó mucho el DiverXo. Pero existiendo el Arbidel, volvería al DiverXO? No way. Haciendo la comparativa culinaria entre ambos, el madrileño abusa de la "sal rosa del Himalaya".