Todos los programas van con guión, y los programas de coches no son excepción. Todos tienen algo a criticar porque tendemos a creer que es la realidad cuando no. A joyas sobre ruedas se le critica que no cuenten las horas de trabajo de Edd en el montante total, por ej. En gas monkey, yo no me creo a ese amigo suyo que viene con pasta a espuertas para que le haga el coche fantástico o el otro trans am de Burt Reynolds, y en èste House of Cars lo mismo, seguro que está todo más que hablado, incluso con el comprador final. Son shows para entretener y así hay que tomárselo. La diferencia es que House of Cars es un programa sin tirón con un prota sosainas que tiene la voz de trancas (o barrancas no me queda claro) pero sin chistes. Si lo comparamos con gas monkey, Richard Rawlings tiene un gancho de texano bruto que te partes la caja, y apuesto a que las gracietas están en el guión, pero es que èl y sus monkeys son graciosos.En el caso de Joyas sobre ruedas, más de lo mismo, el gordo pilo y el mecánico tienen, el primero, gancho para presentar y dirigir los capítulos (y mira que no me cae muy allá), y el segundo, la capacidad de explicar cosas de mecánica y que mendrugos como yo lo entienda. Nuestro prota en House of Cars es aburrido, ese es el verdadero problema. Y si me preguntas por el nombre del programa, seguro que es impuesto. Llega un productor de tv y le dice "house of cars, chato", y el barbas podría decir " ¿què te parece M/M Clásicos?" y entonces el productor le dice "te lo puedo producir o no, tú decides". Así de chungo es el mundo del espectáculo. Dicho lo cual, con el tiburon les habèis pillado. A pesar del tedio, lo prefiero a Sálvame jajaja