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Forista Legendario
Llamadlo como queráis, pero la pregunta viene a ser esa, ¿habéis probado alguna vez un trasto de ese tipo?
Muchas veces los criticamos, pero pocos nos hemos subido a ellos, aunque más que nada lo criticado suele ser el tipo de persona que lo conduce.
En mi caso en particular, probé un Ligier en el Salón del Automóvil de Barcelona. Hace ya bastantes años, cuando aún no tenía carné de conducir. Fuimos con una cámara de filmar y hay algún vídeo al respecto, pero esa cámara aún era analógica y nos quedamos más tiempo grabando las "bondades" de las azafatas que cualquier coche.
En la prueba del telehuevo en cuestión, era un circuito cuadrado dentro de un pabellón. Como no tenía carnet sólo tenía ganas de ponerme tras un volante con cuatro ruedas, aunque tampoco pretendía ir a toda leche. Aún así, al lado iba un comercial de la marca, pero como no le hacía caso cuando me decía que frenara (yo consideraba que iba muy despacio) él tiraba del freno de mano para frenarme. Imaginaos el efecto de tirar del freno de mano en un suelo de esos brillantes y deslizantes de pabellón. Terminé haciendo algún que otro giro contravolanteando, se aprecia en el vídeo que hicimos.
En cuanto al funcionamiento del trasto, me sorprendió lo que llegaba a vibrar todo eso y la mala calidad en general, ya que se notaba todo plasticoso y muchas piezas reutilizadas de modelos bastante antiguos, como el Peugeot 205. Además, por el empeño que ponía el comercial en el freno de mano creo que se frenaba muy poco el coche...
Muchas veces los criticamos, pero pocos nos hemos subido a ellos, aunque más que nada lo criticado suele ser el tipo de persona que lo conduce.
En mi caso en particular, probé un Ligier en el Salón del Automóvil de Barcelona. Hace ya bastantes años, cuando aún no tenía carné de conducir. Fuimos con una cámara de filmar y hay algún vídeo al respecto, pero esa cámara aún era analógica y nos quedamos más tiempo grabando las "bondades" de las azafatas que cualquier coche.
En la prueba del telehuevo en cuestión, era un circuito cuadrado dentro de un pabellón. Como no tenía carnet sólo tenía ganas de ponerme tras un volante con cuatro ruedas, aunque tampoco pretendía ir a toda leche. Aún así, al lado iba un comercial de la marca, pero como no le hacía caso cuando me decía que frenara (yo consideraba que iba muy despacio) él tiraba del freno de mano para frenarme. Imaginaos el efecto de tirar del freno de mano en un suelo de esos brillantes y deslizantes de pabellón. Terminé haciendo algún que otro giro contravolanteando, se aprecia en el vídeo que hicimos.
En cuanto al funcionamiento del trasto, me sorprendió lo que llegaba a vibrar todo eso y la mala calidad en general, ya que se notaba todo plasticoso y muchas piezas reutilizadas de modelos bastante antiguos, como el Peugeot 205. Además, por el empeño que ponía el comercial en el freno de mano creo que se frenaba muy poco el coche...