Off Topic Hilo Musical . Vol. XIX

[Get Smart 86]

Este a veces también cantaba con el alma.
Esta versión del Live in the heart of the city me pone los pelos como escarpias.

¡Muy bueno!

 

[DavidV]

@DavidV sé que lo entiende al idioma... Pero a ver @RADASON y @JEG ... Qué ha querido decir con trucho? Eh?

No hamijos, no tiene que ver con lo que entendemos en España. Trucho el falso, de tipo o de falsificación

 

[RADASON]

No hamijos, no tiene que ver con lo que entendemos en España. Trucho el falso, de tipo o de falsificación

Entonces trucho español. El otro trucho no, es hasta más chungo

 

[DavidV]

Buenas tardes - noches, mariiiiii... neros
Clásico de Shocking Venus

Es que me da un mal rollo.... Salí unos años con una tía loca que era un clon de Mariska.. Puñeteros holandeses

 

[Get Smart 86]

No hamijos, no tiene que ver con lo que entendemos en España. Trucho el falso, de tipo o de falsificación

Ya lo sabía yo... Pero son tan truchos que no lo reconocieron

 

[RADASON]

Ya lo sabía yo... Pero son tan truchos que no lo reconocieron

A ver ahora de qué trucho hablamos

 

[DavidV]

Los chicos de la playa acaban de ceder todos sus derechos... Vill metal



Que puñetera maravilla que es el Pet sounds, hay una película de John cusack haciendo de Brian Wilson bastante desconocida, y potable, va de el brote psicótico que tuvo en los 80 alternado con la grabación aún más loca del SMile, el disco inacabado de los 60


https://www.imdb.com/title/tt0903657/

 

[Get Smart 86]

@RADASON @JEG @DavidV

La ventaja de empezar a ser viejo es que uno aprende que las cosas no son para siempre. Y, menos dramático pero más importante: que las cosas no son como son sino como están –y que ahora están así y pronto estarán asá y después amarillo y después mullidita. Y que lo mismo sucede con ciertas palabras: empiezan, marcan, pasan. Todo esto para decir que Argentina, siempre tan eficaz para crear lo que no importa, ha cincelado en estos años su palabra decisiva, síntesis casi perfecta: la palabra trucho.

La palabra trucho define un valor decisivo en la cultura actual –local, global–: la falsedad, la imitación, el fingimiento. Es trucha, por ejemplo, esa camiseta con cocodrilo que no muerde; trucho ese presupuesto que un proveedor infló para compartir ganancias con un empleado de su cliente; trucha esa señora que te promete un amor que no aparece.

Hay, como corresponde, decenas de etimologías de la palabra trucho, y todas –¿menos una?– deben serlo. Dicen que apareció como deformación de truco y trucar; que la decían cuando cambiaban la foto de una cara –en lunfardo, “la trucha”– para falsificar un documento; que la inventó un presentador de la tevé. Pero todos acuerdan en que su salto al estrellato llegó en 1992, cuando las cámaras descubrieron un diputado falso –“el diputrucho”– votando una ley en el Congreso Nacional de Buenos Aires.

Un desprevenido podría pensar que trucho es lo mismo que falso. Otra cosa que la vejez enseña –o no– es que no existen los sinónimos: que palabras distintas dicen cosas distintas, aunque sea muy poco. En este caso es mucho: trucho es la forma amable de decir mentiroso, ilegítimo, ilegal; la manera de decir que lo aceptamos como un modo posible. Si empezamos a decir trucho, diría la psicóloga de guardia, fue para decir que podíamos tolerar las trampas, los engaños –hasta cierto punto: que falsificar no es, en general, algo grave sino un episodio graciosito de la picaresca.

Así, ya tolerable, lo trucho se difunde. Los productos truchos –que simulan una calidad que no tienen– se venden cada vez más; los cuerpos truchos –que se aderezan con plásticos y siliconas– son los más fotografiados, y truchados en el Photoshop; los relatos truchos inundan el imaginario, y son un gran recurso del poder.

Pero nunca es más clara la palabra trucho que cuando se refiere a una persona: es un trucho, te dicen, y ya. El trucho es el grado superior de otro personaje argentino clásico: el chanta. El chanta se jacta, el trucho engaña; el chanta exagera, el trucho miente.

 

[DavidV]

@RADASON @JEG @DavidV

La ventaja de empezar a ser viejo es que uno aprende que las cosas no son para siempre. Y, menos dramático pero más importante: que las cosas no son como son sino como están –y que ahora están así y pronto estarán asá y después amarillo y después mullidita. Y que lo mismo sucede con ciertas palabras: empiezan, marcan, pasan. Todo esto para decir que Argentina, siempre tan eficaz para crear lo que no importa, ha cincelado en estos años su palabra decisiva, síntesis casi perfecta: la palabra trucho.

La palabra trucho define un valor decisivo en la cultura actual –local, global–: la falsedad, la imitación, el fingimiento. Es trucha, por ejemplo, esa camiseta con cocodrilo que no muerde; trucho ese presupuesto que un proveedor infló para compartir ganancias con un empleado de su cliente; trucha esa señora que te promete un amor que no aparece.

Hay, como corresponde, decenas de etimologías de la palabra trucho, y todas –¿menos una?– deben serlo. Dicen que apareció como deformación de truco y trucar; que la decían cuando cambiaban la foto de una cara –en lunfardo, “la trucha”– para falsificar un documento; que la inventó un presentador de la tevé. Pero todos acuerdan en que su salto al estrellato llegó en 1992, cuando las cámaras descubrieron un diputado falso –“el diputrucho”– votando una ley en el Congreso Nacional de Buenos Aires.

Un desprevenido podría pensar que trucho es lo mismo que falso. Otra cosa que la vejez enseña –o no– es que no existen los sinónimos: que palabras distintas dicen cosas distintas, aunque sea muy poco. En este caso es mucho: trucho es la forma amable de decir mentiroso, ilegítimo, ilegal; la manera de decir que lo aceptamos como un modo posible. Si empezamos a decir trucho, diría la psicóloga de guardia, fue para decir que podíamos tolerar las trampas, los engaños –hasta cierto punto: que falsificar no es, en general, algo grave sino un episodio graciosito de la picaresca.

Así, ya tolerable, lo trucho se difunde. Los productos truchos –que simulan una calidad que no tienen– se venden cada vez más; los cuerpos truchos –que se aderezan con plásticos y siliconas– son los más fotografiados, y truchados en el Photoshop; los relatos truchos inundan el imaginario, y son un gran recurso del poder.

Pero nunca es más clara la palabra trucho que cuando se refiere a una persona: es un trucho, te dicen, y ya. El trucho es el grado superior de otro personaje argentino clásico: el chanta. El chanta se jacta, el trucho engaña; el chanta exagera, el trucho miente.

Ese lunfardo...

 

[RADASON]

@RADASON @JEG @DavidV

La ventaja de empezar a ser viejo es que uno aprende que las cosas no son para siempre. Y, menos dramático pero más importante: que las cosas no son como son sino como están –y que ahora están así y pronto estarán asá y después amarillo y después mullidita. Y que lo mismo sucede con ciertas palabras: empiezan, marcan, pasan. Todo esto para decir que Argentina, siempre tan eficaz para crear lo que no importa, ha cincelado en estos años su palabra decisiva, síntesis casi perfecta: la palabra trucho.

La palabra trucho define un valor decisivo en la cultura actual –local, global–: la falsedad, la imitación, el fingimiento. Es trucha, por ejemplo, esa camiseta con cocodrilo que no muerde; trucho ese presupuesto que un proveedor infló para compartir ganancias con un empleado de su cliente; trucha esa señora que te promete un amor que no aparece.

Hay, como corresponde, decenas de etimologías de la palabra trucho, y todas –¿menos una?– deben serlo. Dicen que apareció como deformación de truco y trucar; que la decían cuando cambiaban la foto de una cara –en lunfardo, “la trucha”– para falsificar un documento; que la inventó un presentador de la tevé. Pero todos acuerdan en que su salto al estrellato llegó en 1992, cuando las cámaras descubrieron un diputado falso –“el diputrucho”– votando una ley en el Congreso Nacional de Buenos Aires.

Un desprevenido podría pensar que trucho es lo mismo que falso. Otra cosa que la vejez enseña –o no– es que no existen los sinónimos: que palabras distintas dicen cosas distintas, aunque sea muy poco. En este caso es mucho: trucho es la forma amable de decir mentiroso, ilegítimo, ilegal; la manera de decir que lo aceptamos como un modo posible. Si empezamos a decir trucho, diría la psicóloga de guardia, fue para decir que podíamos tolerar las trampas, los engaños –hasta cierto punto: que falsificar no es, en general, algo grave sino un episodio graciosito de la picaresca.

Así, ya tolerable, lo trucho se difunde. Los productos truchos –que simulan una calidad que no tienen– se venden cada vez más; los cuerpos truchos –que se aderezan con plásticos y siliconas– son los más fotografiados, y truchados en el Photoshop; los relatos truchos inundan el imaginario, y son un gran recurso del poder.

Pero nunca es más clara la palabra trucho que cuando se refiere a una persona: es un trucho, te dicen, y ya. El trucho es el grado superior de otro personaje argentino clásico: el chanta. El chanta se jacta, el trucho engaña; el chanta exagera, el trucho miente.

Vaya clase. No gusta trucho

 

[MANDILMAN]

@RADASON @JEG @DavidV

La ventaja de empezar a ser viejo es que uno aprende que las cosas no son para siempre. Y, menos dramático pero más importante: que las cosas no son como son sino como están –y que ahora están así y pronto estarán asá y después amarillo y después mullidita. Y que lo mismo sucede con ciertas palabras: empiezan, marcan, pasan. Todo esto para decir que Argentina, siempre tan eficaz para crear lo que no importa, ha cincelado en estos años su palabra decisiva, síntesis casi perfecta: la palabra trucho.

La palabra trucho define un valor decisivo en la cultura actual –local, global–: la falsedad, la imitación, el fingimiento. Es trucha, por ejemplo, esa camiseta con cocodrilo que no muerde; trucho ese presupuesto que un proveedor infló para compartir ganancias con un empleado de su cliente; trucha esa señora que te promete un amor que no aparece.

Hay, como corresponde, decenas de etimologías de la palabra trucho, y todas –¿menos una?– deben serlo. Dicen que apareció como deformación de truco y trucar; que la decían cuando cambiaban la foto de una cara –en lunfardo, “la trucha”– para falsificar un documento; que la inventó un presentador de la tevé. Pero todos acuerdan en que su salto al estrellato llegó en 1992, cuando las cámaras descubrieron un diputado falso –“el diputrucho”– votando una ley en el Congreso Nacional de Buenos Aires.

Un desprevenido podría pensar que trucho es lo mismo que falso. Otra cosa que la vejez enseña –o no– es que no existen los sinónimos: que palabras distintas dicen cosas distintas, aunque sea muy poco. En este caso es mucho: trucho es la forma amable de decir mentiroso, ilegítimo, ilegal; la manera de decir que lo aceptamos como un modo posible. Si empezamos a decir trucho, diría la psicóloga de guardia, fue para decir que podíamos tolerar las trampas, los engaños –hasta cierto punto: que falsificar no es, en general, algo grave sino un episodio graciosito de la picaresca.

Así, ya tolerable, lo trucho se difunde. Los productos truchos –que simulan una calidad que no tienen– se venden cada vez más; los cuerpos truchos –que se aderezan con plásticos y siliconas– son los más fotografiados, y truchados en el Photoshop; los relatos truchos inundan el imaginario, y son un gran recurso del poder.

Pero nunca es más clara la palabra trucho que cuando se refiere a una persona: es un trucho, te dicen, y ya. El trucho es el grado superior de otro personaje argentino clásico: el chanta. El chanta se jacta, el trucho engaña; el chanta exagera, el trucho miente.

No te justifiques, en este barco de gentuza no vale para mucho, trucho ......

No te preocupes por nada .....

Está todo muy claro, este barco es el arca de Noé, multidisciplinar, multirracial y abierta a todo lo bueno, lo malo ya no entra y lo tuyo siempre es bien venido y positivo Doc.

 

[MANDILMAN]

Buenas noches piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros de bien .....

Ronaldos ....... la letra, el mensaje s el que es, pero la música es muy buena toda ....

 

[MANDILMAN]

Aquí tenemos esta historia de este chulo, con mayúsculas.

Este tema me une a mi hija, no sé bien porqué, pero es así. No creo que haya una relación directa con el tema de la canación, pero es lo que hay.

Hay cosas que no tienen una explicación razonable, pero .................

 

[MANDILMAN]

Este tema es especial.

 

[MANDILMAN]

Escuchar esto, es como un "underground" de los buenos. Lo mejor de Danza Invisible, con diferencia ...... No ha hecho nada mejor.

 

[MANDILMAN]

Inicios de un grupo muy bueno, que se disolvió harto de éxitos merecidos ....

 

[MANDILMAN]

Temazo de R. Futura

 

[MANDILMAN]

La Frontera ........

 

[MANDILMAN]

El límite ....

 

[MANDILMAN]

Esta el navío triste hoy noche ......

No citaré a nadie directamente ....... el cansancia igual ya pesa .... efímero, radason, bmw powa, get smart, la princesa guerrera ..... etc ....

Da igual, esta noche voy venenoso ......

 

[MANDILMAN]

Pongo este tema, que me amenizó muchas noches de mili ......... en aquellos años no había ninguna red social, ni Intermet que valga. Lo que me unía a mi familia y novia, ahora mi jefa, eran las cartas y una centralita del cuartel ...... qué triste y qué bonito ahora, a toro pasado .....

 

[MANDILMAN]

Sigue molando .......

 

[MANDILMAN]

Hablando de temas y grupos vacilones .......

 

[MANDILMAN]

Un tema de Los Romeos. La cantante no no parece ser la original, metida en años, pero no lo aseguro. La niña es la vertiente bonita del tema actualizado. Me encanta ....

 

[MANDILMAN]

Ilegales .....

 

[MANDILMAN]

Más Ilegales. Un sonido muy típico de la época, a la guitarra me refiero ....

 

[bmw_powa]

Esta el navío triste hoy noche ......

No citaré a nadie directamente ....... el cansancia igual ya pesa .... efímero, radason, bmw powa, get smart, la princesa guerrera ..... etc ....

Da igual, esta noche voy venenoso ......

Quien me ha invocado??
Venga, voy a dar un poco de replica...

 

[efímero]

Buenas noches, mari....conchis.

Lo siento, me quedé digamos que traspuesto...

Mandilero loco, que caña llevas, colega.

Esa no es la de los romeos, la delata el pico de loro.

 

[efímero]

Quien me ha invocado??
Venga, voy a dar un poco de replica...

Buena noche, Bardo, TEMAZO.

Gracias por traerlo.

 

[efímero]

Esta si es:



La puse el finde pasado, si mal no recuerdo.

 

[bmw_powa]

Buena noche, Bardo, TEMAZO.

Gracias por traerlo.

Jejeje, aprecio tu guiño

 

[efímero]

Si la agarro por las coletas la meto como a cajón que no cierra...

No digo mas nah...