*NANO*
Clan Leader
Comenzamos una saga de artículos en la que te vamos a contar nuestra experiencia con el GR Yaris. Desde el proceso de compra, pasando por el día a día e incluso, tratando las modificaciones que pensamos llevar a cabo; no nos vamos a dejar nada en el tintero. Pero para no empezar la casa por el tejado, con este primer texto queremos responder a lo más evidente, a la pregunta que más veces nos han formulado: ¿por qué hemos comprado un Toyota GR Yaris?
La respuesta más sencilla es porque nos ha encantado desde el mismo momento en el realizamos la prueba del GR Yaris. Tanto es así que hicimos el pedido prácticamente al terminar aquella maravillosa jornada de presentación en el Jarama. Pero hay otros muchos más motivos que ese tan obvio y que te vamos a detallar a continuación en cinco puntos. Así que sin más dilaciones, vamos a exponer los argumentos que ha tenido a favor a la hora de tomar esta decisión.
1. Por su relación entre precio y prestaciones
El mix que ofrece entre comportamiento dinámico, prestaciones y precio es simplemente imbatible.
Puede que 34.500 euros (o 39.500 euros si optas por el Circuit Pack) te parezca un precio muy elevado. Y estás en lo cierto, es mucho dinero, especialmente si ves a este coche como un simple Yaris vitaminado. También te parecerá muy caro si tienes en cuenta que estamos hablando de un automóvil del segmento B, el de los utilitarios, con las limitaciones de habitabilidad propias de esta clase de vehículos.
Pero la realidad es que no hay ningún otro modelo a la venta (nuevo, es decir, que se fabrique actualmente) que ofrezca un nivel de rendimiento similar por una suma igual o inferior. Y eso hace que se sitúe como una de las mejores opciones del mercado si atendemos a la relación que ofrece entre precio y prestaciones.
2. Por sus especiales características técnicas
Sí, es un tres cilindros, pero pesa muy poco y lo que es más importante, empuja con mucha rabia y rebosa personalidad.
Antes decía que te parecerá caro si piensas que es un simple Yaris deportivo. Pero basta con echar un vistazo a sus características técnicas para darte cuenta de que es mucho más que eso. De entrada, el Toyota GR Yaris emplea un motor desarrollado específicamente para él y que, al menos por ahora, solo se usa en este coche. Vale, es de tres cilindros, pero tiene soluciones técnicas heredadas de la competición. Y te aseguro que tan pronto como lo conduces te das cuenta de que el hecho de que tenga tres cilindros no es en absoluto un problema.
Es un motor extremadamente ligero (106 kg) y potente (261 CV y 360 Nm), con una patada considerable y un tacto adictivo. A esto debes añadir que el GR Yaris monta un sistema de tracción a las cuatro ruedas que, del mismo modo que el propulsor, ha sido creado especialmente para este coche. Y por si todo esto te parecía poco, suma que utiliza una combinación de dos plataformas diferentes de forma que cuenta con un tren trasero multibrazo; o que emplea una carrocería reforzada con solo tres puertas y fabricada con materiales como aceros de alta resistencia, aluminio o polímero reforzado con fibra de carbono.
3. Porque es un coche de la ‘vieja escuela’
Como los de antes: motor turbo, tracción a las cuatro ruedas y cambio manual.
Motor sobrealimentado con un turbocompresor de geometría fija, cambio manual con relaciones cerradas, sistema de tracción a las cuatro ruedas con la posibilidad de montar dos diferenciales autoblocantes… Esta pequeña lista de ingredientes podría pertenecer a modelos como los icónicos Sport Quattro o Escort RS Cosworth.
Lo cierto es que, salvando las distancias, su tacto de conducción recuerda inevitablemente al de coches como esos y al de otras leyendas nacidas en el mundo de los rallyes. La patada del motor a partir de 3.500 vueltas impone, el tacto del cambio manual es delicioso y la capacidad de tracción sobre cualquier tipo de superficie es verdaderamente abrumadora. Todo ello aliñado con un comportamiento intachable, un paso por curva demoledor y una capacidad de frenada asombrosa.
4. Porque no sabemos cuándo volveremos a ver algo parecido
Ojalá el Toyota GR Yaris sirva de ejemplo para otros fabricantes.
Hay que ser muy valiente para atreverse a desarrollar y lanzar al mercado un producto como el GR Yaris y más en una época tan convulsa como esta para la industria automotriz. Especialmente en regiones como Europa, donde las durísimas normativas anticontaminación, con multas millonarias para aquellos que sobrepasen los límites de emisiones, están provocando una apuesta masiva por parte de los fabricantes de coches hacia la tecnología híbrida, híbrida enchufable o eléctrica.
No somos adivinos y no podemos saber qué pasará durante los próximos años, pero tenemos claro que la cosa pinta mal para los vehículos de altas prestaciones más tradicionales con mecánicas de combustión interna. Ojalá este sea el coche que propicie que más marcas se atrevan a hacer cosas así, por y para los ‘quemados’, sobre todo después de ver la excelente acogida que ha tenido.
5. Para apoyar a un fabricante que se arriesga creando coches para los aficionados
El Toyota GT86, un deportivo de propulsión relativamente asequible e increíblemente divertido.
Si llevas unos años como aficionado al mundo del motor, recordarás perfectamente lo que supuso que Toyota lanzara el GT86 en 2011. Un modelo con carrocería coupé, con mecánica atmosférica, de propulsión, con cambio manual y con diferencial de deslizamiento limitado. Y todo esto estaba disponible por menos de 30.000 euros. Dicho de otro modo, era todo un regalo para los amantes de los deportivos más tradicionales.
Al igual que ha sucedido recientemente con el Supra -desarrollado junto con BMW-, con el GT86 Toyota se tuvo que asociar con Subaru para que el proyecto resultara económicamente viable. Al fin y al cabo son coches de nicho. Pero con el GR Yaris la cosa ha sido diferente, pues es un producto 100% Toyota. De hecho, es el primer deportivo desarrollado y fabricado por la marca desde que desapareciera el Toyota MR2 en 2007. También es el primer turismo de altas prestaciones con tracción a las cuatro ruedas que construyen desde la sexta generación del Toyota Celica.
Bonus: ¡porque somos fans de Akio Toyoda!
Akio Toyoda, izquierda, junto a Tomi Mäkinen.
Este último punto va en la línea del anterior. Porque nada de lo dicho anteriormente (en lo referente al GT86, al GR Supra o GR Yaris, pero también en lo que respecta a la presencia de Toyota en el WEC, en el WRC o en el Dakar), habría sido posible sin Akio Toyoda. Él es el culpable de que la gama de Toyota haya tenido modelos tan excitantes como estos en los últimos años.
Porque a diferencia de lo que suele ser habitual en la industria del automóvil, al frente de esta gigantesca compañía hay un verdadero amante de los coches y un apasionado del mundo de la competición. Por suerte, esa afición del jefe se nota y mucho en la gama de productos de la firma y en su presencia en las carreras. Hay numerosas personas que se declaran fans de Elon Musk, el mandamás de Tesla, por su ambiciosa visión sobre la movilidad eléctrica. Nosotros, sin embargo, somos más de Akio Toyoda.
La respuesta más sencilla es porque nos ha encantado desde el mismo momento en el realizamos la prueba del GR Yaris. Tanto es así que hicimos el pedido prácticamente al terminar aquella maravillosa jornada de presentación en el Jarama. Pero hay otros muchos más motivos que ese tan obvio y que te vamos a detallar a continuación en cinco puntos. Así que sin más dilaciones, vamos a exponer los argumentos que ha tenido a favor a la hora de tomar esta decisión.
1. Por su relación entre precio y prestaciones

El mix que ofrece entre comportamiento dinámico, prestaciones y precio es simplemente imbatible.
Puede que 34.500 euros (o 39.500 euros si optas por el Circuit Pack) te parezca un precio muy elevado. Y estás en lo cierto, es mucho dinero, especialmente si ves a este coche como un simple Yaris vitaminado. También te parecerá muy caro si tienes en cuenta que estamos hablando de un automóvil del segmento B, el de los utilitarios, con las limitaciones de habitabilidad propias de esta clase de vehículos.
Pero la realidad es que no hay ningún otro modelo a la venta (nuevo, es decir, que se fabrique actualmente) que ofrezca un nivel de rendimiento similar por una suma igual o inferior. Y eso hace que se sitúe como una de las mejores opciones del mercado si atendemos a la relación que ofrece entre precio y prestaciones.
2. Por sus especiales características técnicas

Sí, es un tres cilindros, pero pesa muy poco y lo que es más importante, empuja con mucha rabia y rebosa personalidad.
Antes decía que te parecerá caro si piensas que es un simple Yaris deportivo. Pero basta con echar un vistazo a sus características técnicas para darte cuenta de que es mucho más que eso. De entrada, el Toyota GR Yaris emplea un motor desarrollado específicamente para él y que, al menos por ahora, solo se usa en este coche. Vale, es de tres cilindros, pero tiene soluciones técnicas heredadas de la competición. Y te aseguro que tan pronto como lo conduces te das cuenta de que el hecho de que tenga tres cilindros no es en absoluto un problema.
Es un motor extremadamente ligero (106 kg) y potente (261 CV y 360 Nm), con una patada considerable y un tacto adictivo. A esto debes añadir que el GR Yaris monta un sistema de tracción a las cuatro ruedas que, del mismo modo que el propulsor, ha sido creado especialmente para este coche. Y por si todo esto te parecía poco, suma que utiliza una combinación de dos plataformas diferentes de forma que cuenta con un tren trasero multibrazo; o que emplea una carrocería reforzada con solo tres puertas y fabricada con materiales como aceros de alta resistencia, aluminio o polímero reforzado con fibra de carbono.
3. Porque es un coche de la ‘vieja escuela’

Como los de antes: motor turbo, tracción a las cuatro ruedas y cambio manual.
Motor sobrealimentado con un turbocompresor de geometría fija, cambio manual con relaciones cerradas, sistema de tracción a las cuatro ruedas con la posibilidad de montar dos diferenciales autoblocantes… Esta pequeña lista de ingredientes podría pertenecer a modelos como los icónicos Sport Quattro o Escort RS Cosworth.
Lo cierto es que, salvando las distancias, su tacto de conducción recuerda inevitablemente al de coches como esos y al de otras leyendas nacidas en el mundo de los rallyes. La patada del motor a partir de 3.500 vueltas impone, el tacto del cambio manual es delicioso y la capacidad de tracción sobre cualquier tipo de superficie es verdaderamente abrumadora. Todo ello aliñado con un comportamiento intachable, un paso por curva demoledor y una capacidad de frenada asombrosa.
4. Porque no sabemos cuándo volveremos a ver algo parecido

Ojalá el Toyota GR Yaris sirva de ejemplo para otros fabricantes.
Hay que ser muy valiente para atreverse a desarrollar y lanzar al mercado un producto como el GR Yaris y más en una época tan convulsa como esta para la industria automotriz. Especialmente en regiones como Europa, donde las durísimas normativas anticontaminación, con multas millonarias para aquellos que sobrepasen los límites de emisiones, están provocando una apuesta masiva por parte de los fabricantes de coches hacia la tecnología híbrida, híbrida enchufable o eléctrica.
No somos adivinos y no podemos saber qué pasará durante los próximos años, pero tenemos claro que la cosa pinta mal para los vehículos de altas prestaciones más tradicionales con mecánicas de combustión interna. Ojalá este sea el coche que propicie que más marcas se atrevan a hacer cosas así, por y para los ‘quemados’, sobre todo después de ver la excelente acogida que ha tenido.
5. Para apoyar a un fabricante que se arriesga creando coches para los aficionados

El Toyota GT86, un deportivo de propulsión relativamente asequible e increíblemente divertido.
Si llevas unos años como aficionado al mundo del motor, recordarás perfectamente lo que supuso que Toyota lanzara el GT86 en 2011. Un modelo con carrocería coupé, con mecánica atmosférica, de propulsión, con cambio manual y con diferencial de deslizamiento limitado. Y todo esto estaba disponible por menos de 30.000 euros. Dicho de otro modo, era todo un regalo para los amantes de los deportivos más tradicionales.
Al igual que ha sucedido recientemente con el Supra -desarrollado junto con BMW-, con el GT86 Toyota se tuvo que asociar con Subaru para que el proyecto resultara económicamente viable. Al fin y al cabo son coches de nicho. Pero con el GR Yaris la cosa ha sido diferente, pues es un producto 100% Toyota. De hecho, es el primer deportivo desarrollado y fabricado por la marca desde que desapareciera el Toyota MR2 en 2007. También es el primer turismo de altas prestaciones con tracción a las cuatro ruedas que construyen desde la sexta generación del Toyota Celica.
Bonus: ¡porque somos fans de Akio Toyoda!

Akio Toyoda, izquierda, junto a Tomi Mäkinen.
Este último punto va en la línea del anterior. Porque nada de lo dicho anteriormente (en lo referente al GT86, al GR Supra o GR Yaris, pero también en lo que respecta a la presencia de Toyota en el WEC, en el WRC o en el Dakar), habría sido posible sin Akio Toyoda. Él es el culpable de que la gama de Toyota haya tenido modelos tan excitantes como estos en los últimos años.
Porque a diferencia de lo que suele ser habitual en la industria del automóvil, al frente de esta gigantesca compañía hay un verdadero amante de los coches y un apasionado del mundo de la competición. Por suerte, esa afición del jefe se nota y mucho en la gama de productos de la firma y en su presencia en las carreras. Hay numerosas personas que se declaran fans de Elon Musk, el mandamás de Tesla, por su ambiciosa visión sobre la movilidad eléctrica. Nosotros, sin embargo, somos más de Akio Toyoda.
Última edición: