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En Practicas
¿Los automóviles pueden perder la dignidad?
La dignidad, como cualidad, es principalmente humana, pero también puede aplicarse a algunos objetos cuando éstos adquieren cierta humanidad por las sensaciones que nos transmiten.
En el caso de los automóviles, no son pocos quienes piensan que tienen “alma”.
Cada coche tiene un propósito por el que es construído, una serie de cualidades y defectos, un aspecto exterior diferenciador, un contexto temporal e histórico y, en definitiva, una personalidad.
El dilema, y es aquí donde les invito a la reflexión, es que muchos de estos automóviles pierden su propósito inicial con el paso del tiempo, bien sea por caer en manos de gente que no lo entiende o porque las circunstancias obligan a darle un uso distinto al previsto originalmente.
A partir de este punto es donde podría decirse que el coche pierde la dignidad, puesto que es despojado de su propósito inicial, la esencia de su creación.
Para esclarecer un poco el asunto, ya que puede resultar ligeramente abstracto, pondré algún ejemplo:
Si tomamos un coche deportivo, como pueda ser un Ferrari 360 por citar alguno, nos encontraremos con un vehículo que es brillante en ciertos aspectos como la aceleración, la frenada, la adherencia sobre el asfalto, la velocidad punta, el uso en circuito, etcétera; pero, por otra parte, es tremendamente torpe en aspectos como la practicidad, la comodidad, la habitabilidad interior, el uso por pistas sin asfaltar, la autonomía, etcétera.
No es ningún defecto que el mencionado Ferrari no pueda circular por terrenos sin asfaltar o que no pueda acoger cómodamente a cuatro pasajeros en su interior, porque, como decíamos al inicio, todos los coches tienen una serie de virtudes y defectos que definen su personalidad.
El gran problema existente, y eje principal de esta reflexión, es que a veces se pierde la esencia y la dignidad, por lo que nos encontramos con coches que no son utilizados para lo que fueron diseñados e incluso no por quienes fueron tenidos en mente a la hora de crear el auto, como potenciales usuarios del mismo.
Un BMW 325i E36 con el interior vaciado completamente, con un enorme alerón sobre el maletero y que se dedica a dar vueltas a un circuito yendo de lado haciendo derrapar los neumáticos posteriores, mientras el motor agoniza desesperadamente; es un coche que ha perdido su esencia, y con ella, su dignidad.
Lo mismo sucede, por ejemplo, con un BMW 735i E32 manejado a una elevada velocidad por las avenidas de una gran urbe, por un señor con bermudas y chanclas, que conduce con un brazo por fuera de la ventanilla y escucha en la radio los grandes éxitos de Camela a todo volumen.
En este caso puede que el coche mantenga intactos sus atributos originales -aunque no suele ser así- pero al ser utilizado por alguien que no conoce su propósito, el auto pierde su esencia, quedando así humillado.
¿Qué opinan ustedes sobre este fenómeno? ¿Es abominable que un coche pierda su dignidad o por el contrario es algo aceptable e incluso respetable?
A continuación paso a exponer algún ejemplo gráfico para ilustrar mejor:
(Ferrari Enzo siendo conducido por un terreno que no le corresponde)
(BMW Serie 5 derrapando salvajemente en un circuito)
(BMW Serie 3 conducido por alguien que no comprende la esencia del vehículo)
Saludos cordiales.
La dignidad, como cualidad, es principalmente humana, pero también puede aplicarse a algunos objetos cuando éstos adquieren cierta humanidad por las sensaciones que nos transmiten.
En el caso de los automóviles, no son pocos quienes piensan que tienen “alma”.
Cada coche tiene un propósito por el que es construído, una serie de cualidades y defectos, un aspecto exterior diferenciador, un contexto temporal e histórico y, en definitiva, una personalidad.
El dilema, y es aquí donde les invito a la reflexión, es que muchos de estos automóviles pierden su propósito inicial con el paso del tiempo, bien sea por caer en manos de gente que no lo entiende o porque las circunstancias obligan a darle un uso distinto al previsto originalmente.
A partir de este punto es donde podría decirse que el coche pierde la dignidad, puesto que es despojado de su propósito inicial, la esencia de su creación.
Para esclarecer un poco el asunto, ya que puede resultar ligeramente abstracto, pondré algún ejemplo:
Si tomamos un coche deportivo, como pueda ser un Ferrari 360 por citar alguno, nos encontraremos con un vehículo que es brillante en ciertos aspectos como la aceleración, la frenada, la adherencia sobre el asfalto, la velocidad punta, el uso en circuito, etcétera; pero, por otra parte, es tremendamente torpe en aspectos como la practicidad, la comodidad, la habitabilidad interior, el uso por pistas sin asfaltar, la autonomía, etcétera.
No es ningún defecto que el mencionado Ferrari no pueda circular por terrenos sin asfaltar o que no pueda acoger cómodamente a cuatro pasajeros en su interior, porque, como decíamos al inicio, todos los coches tienen una serie de virtudes y defectos que definen su personalidad.
El gran problema existente, y eje principal de esta reflexión, es que a veces se pierde la esencia y la dignidad, por lo que nos encontramos con coches que no son utilizados para lo que fueron diseñados e incluso no por quienes fueron tenidos en mente a la hora de crear el auto, como potenciales usuarios del mismo.
Un BMW 325i E36 con el interior vaciado completamente, con un enorme alerón sobre el maletero y que se dedica a dar vueltas a un circuito yendo de lado haciendo derrapar los neumáticos posteriores, mientras el motor agoniza desesperadamente; es un coche que ha perdido su esencia, y con ella, su dignidad.
Lo mismo sucede, por ejemplo, con un BMW 735i E32 manejado a una elevada velocidad por las avenidas de una gran urbe, por un señor con bermudas y chanclas, que conduce con un brazo por fuera de la ventanilla y escucha en la radio los grandes éxitos de Camela a todo volumen.
En este caso puede que el coche mantenga intactos sus atributos originales -aunque no suele ser así- pero al ser utilizado por alguien que no conoce su propósito, el auto pierde su esencia, quedando así humillado.
¿Qué opinan ustedes sobre este fenómeno? ¿Es abominable que un coche pierda su dignidad o por el contrario es algo aceptable e incluso respetable?
A continuación paso a exponer algún ejemplo gráfico para ilustrar mejor:

(Ferrari Enzo siendo conducido por un terreno que no le corresponde)


(BMW Serie 3 conducido por alguien que no comprende la esencia del vehículo)
Saludos cordiales.