El nuevo SL pertenece a la división de vehículos deportivos de Mercedes-AMG (no habrá un Mercedes-Benz SL). Reemplaza al SL (2016). Su techo es de lona y se abre o cierra en 15 segundos a velocidades de hasta 60 km/h. Estará a la venta próximamente.
Este SL es de cuatro plazas, a diferencia de las dos generaciones anteriores, que eran de dos plazas. Los SL de tercera y cuarta generación (cuyo código es R107 y R129 respectivamente) sí tenían dos asientos posteriores de pequeñas dimensiones. Mercedes-Benz dice que las plazas traseras del SL 2022 son de tipo 2+2 y cómodas para personas de hasta 1,5 metros de estatura. Como en otros descapotables de cuatro plazas, si no se utiliza la segunda fila de asientos es posible montar un paravientos para reducir las turbulencias cuando se circula con el techo plegado.
Hay dos versiones disponibles: SL 55 4MATIC+ de 476 caballos, y SL 63 4MATIC+ de 585 caballos (ficha comparativa de las dos versiones del SL). Ambas llevan un motor de gasolina V8 de 4,0 litros de cilindrada con doble turbocompresor desarrollado por AMG. Por primera vez, la tracción es en las cuatro ruedas (hasta ahora todos tenían tracción trasera). El cambio es automático de nueve marchas (AMG Speedshift MCT 9G). Más adelante, en una fecha por concretar, habrá una versión híbrida que aún está en desarrollo.
El SL 63 4MATIC más potente acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanza 315 km/h de velocidad máxima. Son unas prestaciones ligeramente superiores a las del Jaguar F-Type Convertible 5.0 V8 de 575 CV, una de sus principales alternativas.
Para el diseño exterior, Mercedes-Benz dice haberse inspirado en algunos elementos del 300 SL de 1952, como una parrilla con 14 lamas verticales. Los faros, de LED, son los denominados Digital Light, que ya llevan otros modelos como el Clase S.
En la carrocería hay varios elementos que se mueven para favorecer la aerodinámica en función de las necesidades. Por ejemplo, en la parte baja del paragolpes hay unas lamas que solo se abren cuando el motor necesita refrigeración adicional; mientras no sea así, van cerradas. El alerón, que va integrado en la tapa del maletero, es desplegable; a partir de 80 km/h lo hace automáticamente y, en función de una serie de parámetros, puede colocarse en cinco posiciones distintas. Finalmente, en la parte baja del vehículo, por delante del motor, hay una pieza de fibra de carbono que se desplaza automáticamente 40 mm hacia abajo para crear un efecto Venturi que produce una fuerza descendente que empuja el coche hacia el asfalto.
El salpicadero tiene soluciones de diseño similares a las del AMG GT y AMG GT 4 puertas Coupé, pero con una pantalla central táctil de 11,9 pulgadas que va dispuesta verticalmente, como en el Clase C o el Clase S. Como novedad, se puede ajustar su inclinación (imagen). La de la instrumentación es de 12,3 pulgadas y, a diferencia de la que tienen otros modelos recientes de Mercedes-Benz, va protegida con una especie de parasoles laterales.
El sistema multimedia es el MBUX de segunda generación. Según Mercedes-AMG, «su principio de manejo refleja el equipamiento de la Clase S». En este caso, dado que se trata de un modelo AMG, hay menús específicos como el «Performance» o el «TRACK PACE». También hay un dispositivo de información proyectada en el parabrisas (no sabemos si tan grande como el del Clase S) o sistema de iluminación ambiental de hasta 64 colores.
Los asientos de serie son los deportivos AMG, con ajustes eléctricos, el reposacabezas integrados y función de calefacción en la zona del cuello (se denomina Airscarf y ya estaba presente en la anterior generación del SL). En opción hay otros asientos que se denominan «AMG Performance».
La capota es 21 kg más ligera que la del modelo anterior (ahora es de lona y antes era de metal), lo que, según Mercedes-Benz, ha reducido el centro de gravedad y ha contribuido a mejorar la calidad de conducción. Para compensar las desventajas causadas por el cambio de material, la fabricación de la capota se realiza con tres capas de lona y una esterilla insonorizante de alta densidad. Para abrir o cerrar la capota se pueden utilizar tanto los botones físicos de la consola como un menú específico del sistema multimedia.
Por primera vez, el SL tiene un sistema de dirección en el eje trasero. A menos de 100 km/h las ruedas traseras giran en sentido contrario a las delanteras para mejorar la maniobrabilidad y, a más velocidad, en el mismo sentido para favorecer la estabilidad.
Hay seis modos de conducción: Calzada resbaladiza, Comfort, Sport, Sport+, Individual y Race. Este último es de serie en el 63 4MATIC+ y opcional en el 55 4MATIC+ con el paquete «AMG DYNAMIC PLUS». Como es habitual, modifican el funcionamiento del control de estabilidad y el ABS, y la respuesta del motor y del cambio de marchas, entre otros elementos.
Mercedes ofrece dos trenes de rodaje distintos: AMG Ride Control en el 55 4MATIC+ y AMG ACTIVE RIDE Control en el 63 4MATIC+. La diferencia reside en que el más avanzado tiene un sistema de estabilizadoras activas de funcionamiento hidráulico cuya función es reducir el efecto del balanceo. En ambos los amortiguadores son de aluminio y los muelles son helicoidales.
Para este SL se pueden elegir 12 colores de carrocería, dos de los cuales son específicos para el modelo (SL hiperazul metalizado y Manfaktur gris Monza magno). Adicionalmente, hay tres colores para la capota. Este nuevo SL está fabricado sobre una plataforma nueva un 18% más rígida que la anterior. La masa de la carrocería en bruto es de 270 kg. El coeficiente aerodinámico (Cx) es de 0,31. Las llantas pueden ser de 19, 20 o 21 pulgadas de diámetro.