Pues ni un mes de espera. O sea, ninguna espera, porque menos sería directamente llevártelo puesto.
Noto últimamente en el ambiente empresarial cercano (hablo de la costa alicantina) un cierto acongoje que hacía tiempo no veía. Me recuerda un poco a los tiempos de la crisis y post-crisis (2008-2015) donde había dos meses malos por cada mes bueno, y la gente echaba para atrás las decisiones de inversión por mera incertidumbre. Espero que ahora sea solo por la política y en cuanto haya gobierno y cierta estabilidad, la gente vuelva a una psicología más equilibrada, y no al miedo constante... pero la vuelta al ruedo de Túnez, Turquía y similares, nos va a hacer sufrir, porque es evidente la subida de precios que nos hemos marcado, unida a la falta de verdaderas reformas y mejoras en calidad y productividad de nuestro turismo (no hablo de otras industrias porque no las conozco, pero sospecho que estarán igual).
Y toda esta diatriba propia del hilo de los machos, viene a que en tiempos de incertidumbre, hay muchos que cuando toca aflojar la mosca prefieren dejar los caprichos (como un buen reloj) para más adelante. Así que cuando uno que quiere vender detecta que hay un tipo serio, que tiene la pasta y la decisión de comprar tomada, se juntan el hambre y las ganas de comer.
Lo dicho: enhorabuena por la compra y a disfrutar.