¡Venga, chicos! Que aunque estoy del todo de acuerdo con vosotros, que se están imponiendo unos usos y costumbres (o nos están imponiendo) que nos resultan extraños, absurdos o directamente estúpidos; es absolutamente invitable que el cambio de los tiempos, en una época en la que éstos se suceden a una velocidad pocas veces asimilable, nos traigan estas sensaciones. Y eso es algo que no viene de ahora..., y si no, preguntadle a Cicerón cuando todo aquello del "O tempora, o mores".
Si soy
yo, que soy una pipiola inexperta, pero que me he criado con "Los Goonies", "Regreso al futuro", "El club de los cinco" o "Kárate kid" (la primera, la del Sr. Miyagi. la de "dar cera, pulir cera") que, para colmo era una época que añoraba los años 50; al encontrarme con tanta tontería, con tanta app que va podando poco a poco nuestra capacidad de decidir o de pensar; con las neveras conectadas a la red para que te avise de que tienes que comprar yogur de pera..., qué quereis que os diga: me dan ganas de descapotar el Zetilla Guindilla, poner a la Credence a toda pastilla y pisarle a fondo para soltar todos los unicornios de golpe y que, al llegar a 140 k/h, el condensador de fluzo de lleve a otra época más sencilla y más divertida.
Y el nuevo Z4 me parece una lavadora.

