Juankmen
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Aprovecho el post de CASPAR pare recordar a nuestro gran campeón en una cilindrada olvidada.
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En esa categorías el pilotaje tenía que ser toda una experiencia y una finura y precisión de metrónomo.
La derbi 50. Preciosa
Ojo (y oído) a este bicho de 250cc y 6 cilindros.
Yo no le llegue a subir, pero la vi y toque en Madrid hace 6 años, y joer, daba miedo el pensar en pilotar eso. Parecía que se rompería solo con encenderlaTuve la suerte de subirme en esa moto, y era increíble lo atrás que ibas y lo fina que era la moto y las ruedas. Después me llevé una reprimenda...
Osea, es que se te caen las bragas, esto es de youtube, pero eso lo he oído en directo, desde entonces estoy teniente pero da igual
Creo que ya lo conté cual abuelo cebolleta, un amigo mio corria con una derbi RAN replica angel nieto, una carreras cliente que vendía derbi a los pilotos esmayaos, yo la probé y fue una de las experiencias más traumaticas de mi vida, neumáticos de bici, el semimanillar te daba 1 centimetro de juego por cada lado, solo para tumbar, tacometro a 14000 rpm potencia máxima 13000 y hasta 9000 el motor no andaba nada.... por debajo de 5000 se te calaba, una bicoca vamos, que rato más malo pase, pero no rompí nadaAprovecho el post de GASPAR pare recordar a nuestro gran campeón en una cilindrada olvidada.
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En esa categorías el pilotaje tenía que ser toda una experiencia y una finura y precisión de metrónomo.
La derbi 50. Preciosa
Como pa no!!Han venido los críos a ver qué era eso
Aprovecho el post de GASPAR pare recordar a nuestro gran campeón en una cilindrada olvidada.
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En esa categorías el pilotaje tenía que ser toda una experiencia y una finura y precisión de metrónomo.
La derbi 50. Preciosa
Qué pena cómo acabaron con su vida![]()
Apenas hace un mes escuché una cbx como la tuya con sus laser ochenteros acelerando desde primera y parecía que detrás de ella el infierno se hacía hueco por salir. Qué manera de atronar su p*ta madre. Hasta que el tipo se perdió buscando ¿la cuarta? a mí se me calleron un par de orgasmos, al menos que yo recuerde. Hacía muchísimo que no escuchaba nada parecido. Vaya mierda cómo suenan ahora....
Yo reconozco que me equivoque, me compre su propia competencia de Honda 750, la cbx750, un penco pero bonita a rabiar a mi gusto
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Como todos.Muchísima .Ver el archivos adjunto 92016 Sentí una enorme tristeza con su muerte.
Buena pinta, pero me quedo con al antigua.KAWASAKI Z 900 RS
Una vuelta al pasado con tecnología del siglo XXI
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Hoy en día estamos asistiendo al resurgir de las clásicas, motos con tecnología del siglo XXI pero una estética que recuerda a la de modelos de hace 50 años. La firma de Akashi no quería perderse esta nueva ola y por eso inauguró su gama vintage hace a penas un año con la Kawasaki Z 900 RS.
La idea de los japoneses era sencilla, directa y al grano: coger la base mecánica de su modelo superventas, la Kawasaki Z 900, y sobre ese esqueleto cambiar algunas cosillas aquí y allá para poder viajar en el tiempo sin apenas gastar recursos en desarrollar un nuevo producto desde cero.
La idea es similar a la que ha empleado BMW con su gama heritage, solo que aquí los japoneses meten tecnología de vanguardia que montan en sus otras motos actuales, en vez de emplear restos de fin de temporada y mecánicas con bastante solera, como el bóxer de aire de la casa bávara.
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Mecánicamente no vamos a descubrir nada nuevo. Como ya hemos visto, esta moto comparte soluciones con su hermana del siglo XXI, la Kawasaki Z 900. El motor es un tetracilíndrico potente a la vez que suave y fino. Entrega 111 CV a 11.500 vueltas y los japoneses han modificado tanto el sistema de admisión como el de escape para conseguir un registro vocal algo más destacado, nostálgico y evocador.
En cuanto a la parte ciclo, tenemos un chasis de entramado tubular de acero. La horquilla delantera de tipo invertido rompe un poco con la pretendida estética retro, al igual que el monoamortiguador central colocado horizontalmente en vez de los clásicos amortiguadores gemelos a ambos lados del basculante. Son soluciones técnicas que traicionan un poco la memoria “histórica” de la moto, pero debemos de perdonar estas licencias que a fin de cuentas no buscan sino ofrecernos unas sensaciones de conducción y una seguridad acordes a los estándares de hoy en día.
El sistema de frenado es la otra parte donde esta moto no podrá ocultar su verdadera edad. La pareja de pinzas delanteras tiene anclaje radial y cuatro émbolos cada una, nada que ver con el único disco de freno delantero con pinza monopistón que equipaba su antecesora, la Kawasaki Z1, modelo en el cual se inspira nuestra protagonista de hoy.
Ver el archivos adjunto 92034 Ver el archivos adjunto 92035
Las otras moderneces que equipa la moto no se ven a simple vista, pero son si cabe más importantes. Equipa un sistema de ABS y tambien el KTRC, el sistema de control de tracción de Kawasaki. Los más puristas puede que se vean abrumados ante tanta electrónica en una moto que pretende hacer un guiño a esos tiempos en los que todo era más sencillo. No obstante, es de justicia reconocer la utilidad de este tipo de sistemas y el aporte en seguridad que suponen, especialmente para los conductores menos experimentados.
Sin lugar a dudas, el plato fuerte de la Kawasaki Z 900 RS es la estética. Cuando estamos ante una moto retro, todos los demás apartados -dinamismo, polivalencia, economía…- quedan un poco en segundo plano. La persona que se hace con una de estas lo que busca por encima de todo es que luzca bien.
A tenor de las fotos podéis juzgar vosotros mismos. Los guiños al pasado son una constante en todo el conjunto. Los ingenieros japoneses han sabido integrar de forma excelente la tecnología actual con la estética de hace cincuenta años, algo que no es precisamente sencillo.
Ver el archivos adjunto 92036 Ver el archivos adjunto 92037 Ver el archivos adjunto 92038
Muestras de este fenómeno hay varias. El tetracilíndrico está refrigerado por agua, pero si nos fijamos en el bloque vemos unos aletines que nos recuerdan a los propulsores de aire de sus antepasadas. Algo parecido ocurre con las llantas; son de aluminio, pero el tratamiento y el diseño que se le ha dado a la aleación crea un efecto visual que nos recuerda a las llantas de radios .
El otro apartado donde podemos ver claramente esta unión entre tecnología y pasado es todo el sistema de iluminación. La moto recurre a los diodos para todos sus sistemas de alumbrado, pero si no te fijas con detenimiento, parece que estás ante el típico faro multiconvex circular que montaban la práctica totalidad de las naked hasta hace no mucho. Algo muy similar ocurre con el piloto trasero y su característica forma de pico de pato, 100 % heredada de la Kawasaki Z1. Parece un piloto de los de toda la vida, pero ahí dentro habita un LED.
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El resto de la moto se compone de piezas que ayudan a construir aún más esa imagen de moto de otra época. El asiento tiene el típico cebreado en el cuero mientras que la pintura en verde suave con una franja blanca queda de lo más vintage. Kawasaki ofrece esta moto en versión naked, pero a mayores también está la Kawasaki Z 900 RS Cafe, que añade una pequeña cúpula circular delantera, muy al estilo de la BMW R nineT Racer.
El precio de esta monada son 13.000 eruos, 13.500 si te decantas por la Cafe, que en mi opinión es sencillamente espectacular. Puede parecer mucho dinero por una simple naked, más aun cuando su hermana del siglo XXI cuesta solo 9.300 euros. Hemos de pensar que ese desembolso extra sirve para conseguir una imagen si cabe más cuidada y pulida, con una calidad en los detalles sencillamente espectacular.
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muy bonita. muy lograda la actualización, Me gustaKAWASAKI Z 900 RS
Una vuelta al pasado con tecnología del siglo XXI
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Hoy en día estamos asistiendo al resurgir de las clásicas, motos con tecnología del siglo XXI pero una estética que recuerda a la de modelos de hace 50 años. La firma de Akashi no quería perderse esta nueva ola y por eso inauguró su gama vintage en 2017 con la Kawasaki Z 900 RS.
La idea de los japoneses era sencilla, directa y al grano: coger la base mecánica de su modelo superventas, la Kawasaki Z 900, y sobre ese esqueleto cambiar algunas cosillas aquí y allá para poder viajar en el tiempo sin apenas gastar recursos en desarrollar un nuevo producto desde cero.
La idea es similar a la que ha empleado BMW con su gama heritage, solo que aquí los japoneses meten tecnología de vanguardia que montan en sus otras motos actuales, en vez de emplear restos de fin de temporada y mecánicas con bastante solera, como el bóxer de aire de la casa bávara.
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Mecánicamente no vamos a descubrir nada nuevo. Como ya hemos visto, esta moto comparte soluciones con su hermana del siglo XXI, la Kawasaki Z 900. El motor es un tetracilíndrico potente a la vez que suave y fino. Entrega 111 CV a 11.500 vueltas y los japoneses han modificado tanto el sistema de admisión como el de escape para conseguir un registro vocal algo más destacado, nostálgico y evocador.
En cuanto a la parte ciclo, tenemos un chasis de entramado tubular de acero. La horquilla delantera de tipo invertido rompe un poco con la pretendida estética retro, al igual que el monoamortiguador central colocado horizontalmente en vez de los clásicos amortiguadores gemelos a ambos lados del basculante. Son soluciones técnicas que traicionan un poco la memoria “histórica” de la moto, pero debemos de perdonar estas licencias que a fin de cuentas no buscan sino ofrecernos unas sensaciones de conducción y una seguridad acordes a los estándares de hoy en día.
El sistema de frenado es la otra parte donde esta moto no podrá ocultar su verdadera edad. La pareja de pinzas delanteras tiene anclaje radial y cuatro émbolos cada una, nada que ver con el único disco de freno delantero con pinza monopistón que equipaba su antecesora, la Kawasaki Z1, modelo en el cual se inspira nuestra protagonista de hoy.
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Las otras moderneces que equipa la moto no se ven a simple vista, pero son si cabe más importantes. Equipa un sistema de ABS y tambien el KTRC, el sistema de control de tracción de Kawasaki. Los más puristas puede que se vean abrumados ante tanta electrónica en una moto que pretende hacer un guiño a esos tiempos en los que todo era más sencillo. No obstante, es de justicia reconocer la utilidad de este tipo de sistemas y el aporte en seguridad que suponen, especialmente para los conductores menos experimentados.
Sin lugar a dudas, el plato fuerte de la Kawasaki Z 900 RS es la estética. Cuando estamos ante una moto retro, todos los demás apartados -dinamismo, polivalencia, economía…- quedan un poco en segundo plano. La persona que se hace con una de estas lo que busca por encima de todo es que luzca bien.
A tenor de las fotos podéis juzgar vosotros mismos. Los guiños al pasado son una constante en todo el conjunto. Los ingenieros japoneses han sabido integrar de forma excelente la tecnología actual con la estética de hace cincuenta años, algo que no es precisamente sencillo.
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Muestras de este fenómeno hay varias. El tetracilíndrico está refrigerado por agua, pero si nos fijamos en el bloque vemos unos aletines que nos recuerdan a los propulsores de aire de sus antepasadas. Algo parecido ocurre con las llantas; son de aluminio, pero el tratamiento y el diseño que se le ha dado a la aleación crea un efecto visual que nos recuerda a las llantas de radios .
El otro apartado donde podemos ver claramente esta unión entre tecnología y pasado es todo el sistema de iluminación. La moto recurre a los diodos para todos sus sistemas de alumbrado, pero si no te fijas con detenimiento, parece que estás ante el típico faro multiconvex circular que montaban la práctica totalidad de las naked hasta hace no mucho. Algo muy similar ocurre con el piloto trasero y su característica forma de pico de pato, 100 % heredada de la Kawasaki Z1. Parece un piloto de los de toda la vida, pero ahí dentro habita un LED.
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El resto de la moto se compone de piezas que ayudan a construir aún más esa imagen de moto de otra época. El asiento tiene el típico cebreado en el cuero mientras que la pintura en verde suave con una franja blanca queda de lo más vintage. Kawasaki ofrece esta moto en versión naked, pero a mayores también está la Kawasaki Z 900 RS Cafe, que añade una pequeña cúpula circular delantera, muy al estilo de la BMW R nineT Racer.
El precio de esta monada son 13.000 eruos, 13.500 si te decantas por la Cafe, que en mi opinión es sencillamente espectacular. Puede parecer mucho dinero por una simple naked, más aun cuando su hermana del siglo XXI cuesta solo 9.300 euros. Hemos de pensar que ese desembolso extra sirve para conseguir una imagen si cabe más cuidada y pulida, con una calidad en los detalles sencillamente espectacular.
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Tuve la suerte de subirme en esa moto, y era increíble lo atrás que ibas y lo fina que era la moto y las ruedas. Después me llevé una reprimenda...
Una de la casa que no pisó la calle. El prototipo de arcilla me parece más pasable que el otro dildo
BMW R10
El primer scooter de BMW que jamás llegó a las calles
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Cuando pensamos en scooters de BMW no se nos ocurren muchos modelos. Y los que se nos ocurren son relativamente modernos, como el C 600 Sport y C 650 GT (2012). Sin embargo, a comienzos de la década de los 50, BMW Motorrad ya había tenido la idea de lanzar al mercado una moto sencilla para motorizar al pueblo alemán. Se bautizó como R10 y habría llegado a producción de no ser por su primo de cuatro ruedas, el Isetta.
“R10.b – Draft 7.12.50”. Es la grabación sobre el primer diseño en papel del R10, el 10 de diciembre de 1950. Ese boceto mostraba un scooter con ruedas de tamaño similar a los de cualquier otra moto. Líneas limpias, pero con margen de mejora. Así, tres años más tarde, se ideó una segunda versión más depurada, con el punto de mira puesto en la competencia local (Heinkel, Glass Goggo, Maico), pero especialmente sobre la precursora y exitosa Vespa.
En un primer momento, bajo el asiento se alojaba un motor de cuatro tiempos y un cilindro de 198 cm3 refrigerado por aire, desarrollado específicamente para este modelo. Más tarde se desechó la idea en favor de un propulsor ya desarrollado de 175 cm3. Encubriendo al propulsor, la carrocería se mostraba envolvente, con un suelo plano y asiento elevado, un manillar más ancho, espacio para dos personas y ruedas más pequeñas.
La caja de cambios no era automática. La transmisión de tres velocidades se debía de accionar con un pedal de pie, y transmitía los 12 CV de potencia a la rueda posterior mediante cardan; una característica que BMW aplicaría en sus próximos modelos hasta nuestros días. El cilindro, colocado longitudinalmente, contaba con un sistema de distribución por varillas (OHV) paralelas a la culata, más compacta que en otros motores monocilíndricos de la casa.
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Prototipo de arcilla de la BMW R10
Tan solo existen dos unidades del R10: un prototipo funcional y un modelo de exhibición, sin motor. Ambos están guardados en el garaje privado de BMW Group Classic en Múnich
¿Habría sido lo suficientemente buena para competir en el mercado? Es una respuesta que jamás sabremos. En 1954 el mercado de los scooters comenzó a mostrar signos de desaceleración. La compañía necesitaba flujo de dinero y apostó por la fabricación de un vehículo económico de producción masiva que vio la luz en abril de 1955: el BMW Isetta.
“Cuando el scooter R10 estaba listo para producción, la Junta tenía una decisión difícil de tomar“, dijo Fred Jakobs, historiador de BMW Group Classic. “BMW era incluso una compañía conocida por sus productos premium y, después de muchas discusiones internas, se decidió que el scooter no era lo suficientemente especial. El cronometraje también estuvo en contra, por supuesto, porque justo cuando el scooter debía entrar en su fase de producción, esto coincidió con una crisis en la industria de las motocicletas, que sin duda ayudó a impulsar la decisión de continuar con la producción del Isetta“, añadió.
Yo me llevé una ligera bronca en la Galleria Ferrari, me metí en uno de los coches históricos expuestos. Era un poco más gamberro que ahora.
@*NANO* , esto te gusta![]()
@*NANO* , esto te gusta![]()
Tengo que confesar que mi primera “moto” fue una Vespa sin cambio de marchas.
Eso sí, rápidamente encontré la senda correcta y pasé a una naked de “siete y medio”.
P.D. También he tenido un scooter de BMW![]()
Menos mal que viste la luz
Y todo gracias a una buena galleta que me dieron saltándose un semáforo en rojo.
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En 2015 compré una moto idéntica a la que marcó una época de mi vida de salidas nocturnas, paseos y emociones varias por la ciudad.
Cuando la compré estaba muy bien pero no tanto, pero con cuatro cosas me quedó cojonuda.
Es una moto que sirve para lo que sirve, darse una vuelta porque sí, escuchar su peculiar sonido, lo ligera que es (74 Kg si no recuerdo mal) y ponerse de buen humor con las sensaciones.
Eso mismo intenté yo disimuladamente en el Museo Ferrari en Maranello en el monoplaza F641 y resulta que tienen conectados un "poco" de electricidad precisamente para que nadie los toque....menudo calambrazo me llevé. ..Yo me llevé una ligera bronca en la Galleria Ferrari, me metí en uno de los coches históricos expuestos. Era un poco más gamberro que ahora.