jdr que memoria tienes.... si, lo presenté hace años. También compré un M3 e46 de un, creo, forero de aqui, que me vendió con los casquillos de biela fundidos, aun pagando un sobreprecio sobre mercado bestial
Razón por la cual, hace como 17 años, limité mis necesidades de taller, a la mínima expresión (cosas gordas).
Y no estamos hablando de un 993, hablamos de un Ford Orion, un 323i E36, un Renault Megane II o un Honda Civic MB3, entre otros del estilo.
La dejadez, el pasotismo, la chulería y el desprecio de quien se sabe imprescindible para alguien normal es de proporciones bíblicas.
Que algún taller bueno tiene que haber. No lo dudo, pero es que en tu post (que he leído gracias al reflote), lo clavas palabra por palabra. El 99% funcionan así. Cosas que puedan hacer rápido y clavar pasta. En cuanto se complica un poco la cosa, te lo dejan "sine-die", mientras ves cómo otros muchos coches van desfilando y pasando por delante como si no fueras nadie.
Esa imagen de entrar en un taller, lúgubre, oscuro frío, con cuatro coches con los motores destripados, ni un alma trabajando, y al fondo, dos "mecánicos". Uno apoyado en un coche fumando un cigarro y otro de pie mirando al techo... y que aparezcas por allí, y tengas que dirigirte a ellos, como con miedo, y te digan con desprecio "qué quiere"... j*der, dos sacos de patatas... lo normal en un taller... Ese entrar coches con avería o mantenimiento después del tuyo, y ver cómo salen antes, cuando todo lo que tenían que hacer era una distribución... que se tiren 4 días 4 para una distribución de un Civic 1.5i del 97, dejando el coche en la calle... y le digas, "oye, que lo necesito para ir a trabajar"... y poco menos que se rían en tu cara... y que cuando lo vayas a recoger, además, le falte alguna tapa, plástico, embellecedor, tornillo, o tenga algún golpecito, roce... y te digan "no, es que ya venía así"... o "no pasa nada porque le falta tal o cual tapa"... que vean normal que lleves el coche inmaculado, y salga como si hubiera sido el coche de un contrabandista.
Hasta que hice caso a las sabias palabras de mi hermano, que trabajó en muchos talleres, y me dijo "te sale mejor, comprarte el manual de taller del coche, herramienta, y hacerlo tú mismo. Si hasta un mecánico lo puede hacer, no puede ser difícil". Y sin tener poco menos que ni idea, pero con muchas ganas e ilusión por dejar atras todas las broncas, los rios de dinero, la mierda mental que te llevas... de las mejores decisiones que he podido tomar.
Si tienes semejante colección de coches, está claro que no eres informático de soporte subcontratado. Con lo cual, me permito el lujo de darte un consejo. Hazte un minitaller, con un elevador y herramienta. Hazte con libros de taller, y poco a poco empieza a hacer las cosas tú mismo.
Ganarás tiempo, salud, y la recompensa de saber que lo estás haciendo con cuidado, y la recompensa de ver el buen resultado de lo que has hecho con tus manos, no tiene precio.
Te voy a poner un ejemplo que me pasó justo este verano.
Resulta, que en abril-mayo, notaba que la aguja de la temperatura del Megane II (1.9dci) hacía cosas raras. Ponías el aire acondicionado y bajaba un montón, lo quitabas y subía la temperatura (justo al revés de lo que se espera que haga)... y sospechando que el termostato podría estar mal, planifiqué cambiarlo en el verano, cuando tuviera un fin de semana libre. Compré el termostato y el anticongelante (ya de paso, le cambiaba el anticongelante). Total, que a primeros de junio, saliendo del curro a las 12 de la noche, veo que a veces sube un poco por encima de la mitad... sube, baja, yendo a punta de gas, baja... ya temiendo casi lo peor, decido poner la calefacción, pese a que hacía un calor ambiental grande, para forzar que bajara la temperatura.
Total que pongo la calefacción, baja la temperatura a 90º y se estabiliza, hasta que, ya casi llegando a casa, comienza a subir poco a poco, y deja de salir aire caliente de la calefacción. Mal asunto. Eso es que la calefacción se ha quedado sin anticongelante, y por ende, lo ha perdido por algún lado. Paro enseguida, levanto el capó, y un pestazo a anticongelante que tiraba para atrás. Algún manguito pensé. Miro por la zona del termostato, y con regueros secos blanquecinos, propios del colorante del anticongelante.
Llamo a la grúa, y el coche a casa. Me dice el de la grúa... ¿no lo llevas al taller?... pues no, si es el termostato (la carcasa) como así parecía, lo hago yo mismo.
Al día siguiente, me levanto temprano y me pongo manos a la obra, ligero, pero sin prisa (la prisa es lo peor). Desmonta bomba de vacío del freno, desmonta tubos de admisión, desmonta manguitos... desmonta carcasa del termostato... y se confirman mis sospechas. La carcasa es de plástico (hoy día, suele serlo), y tiene una pequeña raja, por la que se ha ido escapando el anticongelante. Limpio bien la zona, pongo la nueva carcasa con el nuevo termostato... aprieto poco a poco los tornillos uno a uno... monto manguitos, monto tubos, monto bomba de freno, abro purgador, pongo la calefacción a tope, y a rellenar anticongelante y... que sea lo que dios quiera.
Arranco el coche y... arranca. Buena señal. Pongo la calefacción a tope, y a los 10 segundos ya empieza a salir calor. Buena señal.
Tenía que ir a una ferretería industrial que hay a 5km, a por una cabeza torx que se me perdió durante la operación a probar el coche. Si me deja tirado, que sea cerca de casa. Voy, coge temperatura, vuelvo y todo perfecto.
Sólo tenía ya tiempo para recoger todo el chiringuito, la herramienta, ducharme, comer y salir pitando al curro y... que sea lo que dios quiera (el curro lo tengo a 45km).
Fui al curro, y hasta hoy.
La satisfacción de que, una avería, que en un taller, mínimo, una semana y... a saber con qué regalito, a decir, en tres horas lo he hecho yo mismo, y bien hecho, sin golpear nada, ni que falte nada, sin estar una semana sin coche... no tiene precio. Al margen del sablazo.
Que si, que son los coches de tus amores pero... justamente por eso, deberías empezar a animarte y a ir haciéndoles mantenimientos, y luego, pequeñas reparaciones. De verdad que, al final, merece la pena.