efímero
Clan Leader
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Buenos días.
Yo llevo conduciendo por aquellas carreteras de dios desde los doce años. Corría entonces el año 83.
Aprendí con un S.E.A.T. 1430, primera serie, de mi hermano y, con un Peugeot 404 familiar de mi abuelo, que era el que llevaba por carretera habitualmente. Mi hermano solo me lo dejaba en el parking del Mamut, un supermercado de aquí al lado, que ahora es Alcampo.
Fotos de la red, no conservo ninguna de ambos, los colores si eran esos:

Tengo unas cuantas aventuras con el "socamum", como le llamábamos al Peugeot, cariñosamente. Aquel coche vino de África, y de haber podido hablar, lo que hubiera contado…
Luego, me saqué el carné en abril del 89 y un mecánico de la carrocería que había bajo mi casa me ofreció un S.E.A.T. 1430-1600, a cambio de montarle y pintar una Mobilette que tenía despiezada. Así lo hice y el hombre me dio a cambio el que sería mi primer coche, un FU 00 que jalaba una barbaridad, tanto en velocidad, como en gasofa.
De ese si conservo foto:
Tenía el techo con brea, la que se daba en los bajos, porque en su día tendría forro de vinilo y debía de estar podrido al quitarlo, imagino.
Por estos lares, entre la lluvia, la humedad y el salitre, se podrían todos, y este ni iba a ser menos. Se puede observar los bajos con roña y agujero incluido, y para frenar podías sacar el pie por el piso y hacerlo como los picapiedra.
Lo reparamos todo, le remachamos chapas a los bajos, le dimos brea, y como quería pintarlo de blanco, el techo con brea iba a amarillear la pintura blanca, (Valentine 233 de S.E.A.T.), de modo que se cortó el techo y se le puso otro de un donante. Uno de un amigo del barrio, que tenía otro treinta con motor Perkins y lo iba a desguazar. Bueno, más que desguazar, en aquel entonces se dejaban tirados en cualquier sitio y acababan destrozados, literalmente. Tanto por los que les quitaban piezas, como por las travesuras de los críos. ¡Qué recuerdos.! Incluso tiramos un Citroën C8 al río, volcándolo…
Foto de la red:
A día de hoy, me arrepiento de ello. Pobres coches.
Al lío que me enrollo.
Lo pinté todo en blanco, le metí unos neumáticos Avon turbo speed en las llantas lemmer pintadas también en blanco y le pinté las letras de los flancos de blanco. Le puse alerón en la zaga y entradas de aire en el capó. Maqueao quedo.
Aquello cogía 190 de marcador, y necesitabas de los dos carriles de la autovía para trazar la curva, de la hostia a la que iba.
Un día, se me pusieron a la par unos gitanicos con un 124 FL 90.
Los muy liosos me picaban, haciendo patinar la propulsión a coche parado varias veces para que les siguiera.
¿Para qué quieres más.? Marqué intermitente y me salí de la cola en la que estaba, a su carril. Si les ves la cara de alegría.
Salimos disparados, tipo persecución en perros callejeros.
El gitanico que iba de copi, que era un crío, saltaba del asiento a las plazas de atrás y volvía a su sitio. No me despegaba de su zaga. Aquello olía a potaje de garbanzos.
Así fuimos un rato, hasta que la reserva prendió en el cuadro y…, tuve que abandonar y llevar a abrevar a la máquina.
Bueno, pues al día siguiente, me vino un gitano, hombre ya hecho y derecho, a la puerta de mi casa. Todo serio, me dijo que le habían contado sus sobrinos que les había echado una persecución con mi coche y que quería comprármelo.
Corrían principios del año 90. Total, que se lo llevó. 40.000 de las benditas tuvieron la culpa.
Lo recuerdo con cariño, porque fue mi escuela, y mis primeros años de aquella libertad que daba el tener un carné y un coche.
Hace unos años, fue tal la morriña que me dio, que busqué uno igual y…, lo encontré, lo compré, y en el garaje lo tengo desde entonces. Lo voy poniendo al día "poco a poco", esa es la filosofía de los clásicos.
Montarme en él es como entrar en una máquina del tiempo y retroceder de golpe 36 años atrás. Ya solo meter la cabeza en el habitáculo y te transporta el aroma de los materiales. Sigue oliendo como el primer día.
Los coches de hoy no huelen a nada. Antes se decía que los dos mejores aromas eran, por este orden, el de hembra, y después, el de un coche nuevo.
Luego ya, las sensaciones a los mandos. Todo es directo. La palanca actúa directamente sobre el cambio, haciendo ese característico crack metálico que tanto le gusta a @Sechs
. La transmisión es directa, desde el cambio a la barra, y de ahí, al grupo diferencial. Con tal fuerza, que mi primer zarrio arrancaba casi el asfalto en las salidas.
El volante, había que tener brazos para mover eso en parado, sobre todo si llevabas volante pequeño, tipo Nardi. Mi coche actual lo tiene, por cierto. Y ni dirección asistida, ni por cremallera, ni mariconadas de esas, era y es de tornillo sin fin.
Lo que decía, un coche para hombres, donde en el manual de usuario te venía incluso como calar el encendido. A día de hoy te pone que no ingieras el líquido de la batería y que si tienes un pinchazo le metas el spray pudre gomas, pongas la rueda de galleta, o peor aún, ¡que llames a la grúa para que te la cambie.!
En fin, que sin quererlo y empecinado en hacer otras cosas, el tiempo ha ido pasando y ahora peino algunas canas con solera.
Antes daba gusto conducir, había libertad. Se suponía que en el futuro todo sería mejor. Nada más lejos de la realidad. Nos están jodiendo por todos lados, ahora somos delincuentes en potencia y responsables del cambio climático por nuestros hierros jumeantes, y otras vainas progres por el estilo. Por no hablar de todas las limitaciones que nos han metido, a nosotros y a nuestros vehículos


Echo de menos aquellos años, aquellas carreteras secundarias y aquellos viajes con siete personas dentro de un hierro de aquellos, viajes de 10 y hasta 12 horas para hacer 600 km. y llegar al pueblo a pasar el mes de vacaciones, que de niño, era eterno y ahora… un suspiro.
Tiempos en los que al pan se le decía pan, y al vino, vino. Sin tonterías, ni lenguajes inclusivos, ni políticamente correctos, ni hostias en vinagre. Tanta mariconada me tiene jarto, no veo la tele, ni leo los diarios. Aquí, la verdadera felicidad, es la ignorancia.
Y paro ya, que me lio.
Buena semana para todos.
Yo llevo conduciendo por aquellas carreteras de dios desde los doce años. Corría entonces el año 83.
Aprendí con un S.E.A.T. 1430, primera serie, de mi hermano y, con un Peugeot 404 familiar de mi abuelo, que era el que llevaba por carretera habitualmente. Mi hermano solo me lo dejaba en el parking del Mamut, un supermercado de aquí al lado, que ahora es Alcampo.
Fotos de la red, no conservo ninguna de ambos, los colores si eran esos:

Tengo unas cuantas aventuras con el "socamum", como le llamábamos al Peugeot, cariñosamente. Aquel coche vino de África, y de haber podido hablar, lo que hubiera contado…

Luego, me saqué el carné en abril del 89 y un mecánico de la carrocería que había bajo mi casa me ofreció un S.E.A.T. 1430-1600, a cambio de montarle y pintar una Mobilette que tenía despiezada. Así lo hice y el hombre me dio a cambio el que sería mi primer coche, un FU 00 que jalaba una barbaridad, tanto en velocidad, como en gasofa.
De ese si conservo foto:

Tenía el techo con brea, la que se daba en los bajos, porque en su día tendría forro de vinilo y debía de estar podrido al quitarlo, imagino.
Por estos lares, entre la lluvia, la humedad y el salitre, se podrían todos, y este ni iba a ser menos. Se puede observar los bajos con roña y agujero incluido, y para frenar podías sacar el pie por el piso y hacerlo como los picapiedra.
Lo reparamos todo, le remachamos chapas a los bajos, le dimos brea, y como quería pintarlo de blanco, el techo con brea iba a amarillear la pintura blanca, (Valentine 233 de S.E.A.T.), de modo que se cortó el techo y se le puso otro de un donante. Uno de un amigo del barrio, que tenía otro treinta con motor Perkins y lo iba a desguazar. Bueno, más que desguazar, en aquel entonces se dejaban tirados en cualquier sitio y acababan destrozados, literalmente. Tanto por los que les quitaban piezas, como por las travesuras de los críos. ¡Qué recuerdos.! Incluso tiramos un Citroën C8 al río, volcándolo…

Foto de la red:
A día de hoy, me arrepiento de ello. Pobres coches.

Al lío que me enrollo.
Lo pinté todo en blanco, le metí unos neumáticos Avon turbo speed en las llantas lemmer pintadas también en blanco y le pinté las letras de los flancos de blanco. Le puse alerón en la zaga y entradas de aire en el capó. Maqueao quedo.

Aquello cogía 190 de marcador, y necesitabas de los dos carriles de la autovía para trazar la curva, de la hostia a la que iba.
Un día, se me pusieron a la par unos gitanicos con un 124 FL 90.
Los muy liosos me picaban, haciendo patinar la propulsión a coche parado varias veces para que les siguiera.
¿Para qué quieres más.? Marqué intermitente y me salí de la cola en la que estaba, a su carril. Si les ves la cara de alegría.

Salimos disparados, tipo persecución en perros callejeros.
El gitanico que iba de copi, que era un crío, saltaba del asiento a las plazas de atrás y volvía a su sitio. No me despegaba de su zaga. Aquello olía a potaje de garbanzos.

Así fuimos un rato, hasta que la reserva prendió en el cuadro y…, tuve que abandonar y llevar a abrevar a la máquina.
Bueno, pues al día siguiente, me vino un gitano, hombre ya hecho y derecho, a la puerta de mi casa. Todo serio, me dijo que le habían contado sus sobrinos que les había echado una persecución con mi coche y que quería comprármelo.
Corrían principios del año 90. Total, que se lo llevó. 40.000 de las benditas tuvieron la culpa.
Lo recuerdo con cariño, porque fue mi escuela, y mis primeros años de aquella libertad que daba el tener un carné y un coche.
Hace unos años, fue tal la morriña que me dio, que busqué uno igual y…, lo encontré, lo compré, y en el garaje lo tengo desde entonces. Lo voy poniendo al día "poco a poco", esa es la filosofía de los clásicos.

Montarme en él es como entrar en una máquina del tiempo y retroceder de golpe 36 años atrás. Ya solo meter la cabeza en el habitáculo y te transporta el aroma de los materiales. Sigue oliendo como el primer día.
Los coches de hoy no huelen a nada. Antes se decía que los dos mejores aromas eran, por este orden, el de hembra, y después, el de un coche nuevo.
Luego ya, las sensaciones a los mandos. Todo es directo. La palanca actúa directamente sobre el cambio, haciendo ese característico crack metálico que tanto le gusta a @Sechs

El volante, había que tener brazos para mover eso en parado, sobre todo si llevabas volante pequeño, tipo Nardi. Mi coche actual lo tiene, por cierto. Y ni dirección asistida, ni por cremallera, ni mariconadas de esas, era y es de tornillo sin fin.
Lo que decía, un coche para hombres, donde en el manual de usuario te venía incluso como calar el encendido. A día de hoy te pone que no ingieras el líquido de la batería y que si tienes un pinchazo le metas el spray pudre gomas, pongas la rueda de galleta, o peor aún, ¡que llames a la grúa para que te la cambie.!

En fin, que sin quererlo y empecinado en hacer otras cosas, el tiempo ha ido pasando y ahora peino algunas canas con solera.
Antes daba gusto conducir, había libertad. Se suponía que en el futuro todo sería mejor. Nada más lejos de la realidad. Nos están jodiendo por todos lados, ahora somos delincuentes en potencia y responsables del cambio climático por nuestros hierros jumeantes, y otras vainas progres por el estilo. Por no hablar de todas las limitaciones que nos han metido, a nosotros y a nuestros vehículos



Echo de menos aquellos años, aquellas carreteras secundarias y aquellos viajes con siete personas dentro de un hierro de aquellos, viajes de 10 y hasta 12 horas para hacer 600 km. y llegar al pueblo a pasar el mes de vacaciones, que de niño, era eterno y ahora… un suspiro.

Tiempos en los que al pan se le decía pan, y al vino, vino. Sin tonterías, ni lenguajes inclusivos, ni políticamente correctos, ni hostias en vinagre. Tanta mariconada me tiene jarto, no veo la tele, ni leo los diarios. Aquí, la verdadera felicidad, es la ignorancia.
Y paro ya, que me lio.
Buena semana para todos.
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