Les tiraron tomates en el podio tras la mayor pitada
Fueron pocos, pero volaron hacia el podio tras la mayor pitada que se recuerda. Marc asistió muy molesto al acontecimiento, aunque la cosa no fue a más.
Eso sí, se retiraron pancartas que podían considerarse ofensivas. Todo lo que era una crítica o un insulto al dúo nacional se desmontaba. "El 99 + el 93 nunca serán igual que el 46", decía una que, rozando el poste, se dejó. "Dios olvida, pero Mugello, no", se apartó rápidamente. Había que dar buena imagen.
Pero llegaron los pitos. En cada ocasión que salía en las pantallas una imagen de Jorge o Marc, los pitos eran brutales. No se había oído tal volumen en ningún otro circuito. Ni en Cheste después de la polémica, ni en Argentina donde había muchísimos 'rossistas'. El punto álgido llegó en la presentación de los pilotos en la parrilla. Los decibelios se dispararon. En cambio, con Rossi, cada vez que salía o pasaba frente a una tribuna llegaba un rugido, trompetas, sirenas, petardos... Todo se volvía amarillo.
Al caerse el mito, algunos hasta se levantaron de sus asientos y se fueron.No querían ver ganar a Lorenzo o Márquez. Ellos se perdieron en show. Ganarían evitarse el atasco, pero la compensación es escasa.
En el paddock me he sentido respetado, pero en el podio no tanto. Lo importante es que quien ha venido a disfrutar del motociclismo, lo ha hecho porque hacía tiempo que no se veía una carrera así. En el podio hemos visto algún tomate volar por eso no he celebrado mucho la victoria porque el ambiente no era para ello y no me gusta hacer rabiar a la gente", soltó.
Lorenzo sí gozó en el cajón. Hasta lanzó besitos, como hiciera en otras victorias. Hasta bromeó luego. "Mejor que lleguen tomates que otro tipo de fruta. Era difícil llegar con la altura que tiene el podio", indicó.