Dentro de muchos años me acabaréis dando la razón.
La suavidad es un plus valiosísimo en estos tiempos en que no se puede correr.
Ayer venía de una reunión por la tarde, con el solecito de última hora, sin prisa, por varios tramos de autopista, autovía, y nacional con poco tráfico y muchos límites de 110, 90... Y venía disfrutando del trayecto como un enano sin sacar la quinta ni pasar de 130 simplemente con esa respuesta dulce y relajada del M52B25.  Y este motor es de juguete al lado de un V8 de 5 litros aderezado por su convertidor de par que ya es un motor de "paisano", un motor de verdad, igual de sedoso pero con una respuesta mucho más llena en todo uso y con unnsonido más bonito.
Si en lugar de tener este 323i tuviera un coche muy deportivo y seco de motor y suspensiones, conduciendo así me moriría de asco.