mfabreg3
Forista Legendario
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Tras unos años con un híbrido no enchufable, hay que tener en cuenta algunos factores:
1. Es irrelevante la cantidad de kilómetros y velocidad máxima que pueda alcanzar forzando el modo eléctrico. Son coches pensados para combinar ambos motores según distintas condiciones, es ahí donde son más eficientes. Forzar el modo eléctrico solo sirve para descargar la batería del todo y que el motor de gasolina tenga que trabajar de más para volver a cargarla.
2. Nadie lo suele mirar pero es muy importante la potencia del motor eléctrico, pues cuanto mayor sea, menos tiene que intervenir el motor térmico. En el Toyota C-HR no hay que forzar una conducción tranquila para ir por ciudad o incluso carretera solo con el motor eléctrico activado. En cambio, en el Kona híbrido de un amigo, debes ir con mucho tiento para que no se active el motor de gasolina y ni así. Según ficha técnica, el Toyota tiene 122cv y el Hyundai Kona 140cv. La diferencia es que el Toyota recurre a un motor de combustión de 98cv y a un motor eléctrico de 72cv, mientras que el motor de combustión del Kona da una potencia de 105cv y el eléctrico solo 44cv.
3. Hay que tener en cuenta qué tipo de conducción solemos realizar y qué tipo de vías frecuentamos. Si tenemos un tipo de conducción dinámica aprovechando siempre la potencia del motor o mantenemos cruceros altos por autopista o autovía, un híbrido no enchufable no es una buena opción. En esas condiciones funcionarán muy a menudo los dos motores a la vez lo que incrementa el consumo. Los cambios orográficos muy pronunciados tampoco son un gran aliado, especialmente para el cambio de engranajes planetarios de Toyota, donde en las subidas obtienes aquello de "mucho ruido y pocas nueces" y en las bajadas cuando la batería está a tope empieza a acelerar el motor térmico hasta el punto que parece que en cualquier momento alguna biela va a atravesar el capó. Si la subida es larga además puedes quedarte sin batería y solo con la potencia del motor de combustión. Este último caso no me ha pasado nunca ni subiendo a buen ritmo por puertos de montaña, pero puede pasar. Lo otro, sí es más habitual pero es difícil que se den esas condiciones, las subidas deben ser muy pronunciadas y las bajadas muy largas. Los puertos de montaña tampoco son el terreno ideal para estos coches, aun así, el consumo es más bajo que en rivales equivalentes de combustión.
4. No son solo para ciudad. Aún a veces oigo a gente que cree que el motor eléctrico solo empuja hasta 50km/h. Esto es solo si lo fuerzas. Por el tipo de cambio que tiene el Toyota C-HR, el motor eléctrico puede funcionar hasta 118km/h, de modo que es fácil ir por autovía con el control de velocidad a 100km/h y ver que el coche se mueve solamente con el motor eléctrico para mantener la velocidad. Así pues, con una conducción normal, en carretera también se obtienen buenos consumos. Aunque pases de esos 118km/h y el motor eléctrico deje de empujar, el gasto no se dispara. En un viaje de unos 2500km más o menos cruzando Francia ida y vuelta por autopista a un crucero de entre 130 y 135km/h de marcador el gasto real fue de 5,5l/100km.
Estas son algunas de mis conclusiones, seguro que me olvido de otras muchas. El Toyota habitualmente lo utilizan mis padres, en los últimos meses yo solo lo cogía cuando necesitaba más espacio que el del Miata. En la ciudad donde vivo creo que no hay ventajas para los vehículos con etiqueta ECO ni tampoco sabemos exactamente las que hay cuando bajamos a Barcelona, una vez al año más o menos. De hecho, hemos perdido la etiqueta. El coche se compró porque encajaba en lo que necesitábamos, a nivel de tamaño, prestaciones, carrocería y uso.
1. Es irrelevante la cantidad de kilómetros y velocidad máxima que pueda alcanzar forzando el modo eléctrico. Son coches pensados para combinar ambos motores según distintas condiciones, es ahí donde son más eficientes. Forzar el modo eléctrico solo sirve para descargar la batería del todo y que el motor de gasolina tenga que trabajar de más para volver a cargarla.
2. Nadie lo suele mirar pero es muy importante la potencia del motor eléctrico, pues cuanto mayor sea, menos tiene que intervenir el motor térmico. En el Toyota C-HR no hay que forzar una conducción tranquila para ir por ciudad o incluso carretera solo con el motor eléctrico activado. En cambio, en el Kona híbrido de un amigo, debes ir con mucho tiento para que no se active el motor de gasolina y ni así. Según ficha técnica, el Toyota tiene 122cv y el Hyundai Kona 140cv. La diferencia es que el Toyota recurre a un motor de combustión de 98cv y a un motor eléctrico de 72cv, mientras que el motor de combustión del Kona da una potencia de 105cv y el eléctrico solo 44cv.
3. Hay que tener en cuenta qué tipo de conducción solemos realizar y qué tipo de vías frecuentamos. Si tenemos un tipo de conducción dinámica aprovechando siempre la potencia del motor o mantenemos cruceros altos por autopista o autovía, un híbrido no enchufable no es una buena opción. En esas condiciones funcionarán muy a menudo los dos motores a la vez lo que incrementa el consumo. Los cambios orográficos muy pronunciados tampoco son un gran aliado, especialmente para el cambio de engranajes planetarios de Toyota, donde en las subidas obtienes aquello de "mucho ruido y pocas nueces" y en las bajadas cuando la batería está a tope empieza a acelerar el motor térmico hasta el punto que parece que en cualquier momento alguna biela va a atravesar el capó. Si la subida es larga además puedes quedarte sin batería y solo con la potencia del motor de combustión. Este último caso no me ha pasado nunca ni subiendo a buen ritmo por puertos de montaña, pero puede pasar. Lo otro, sí es más habitual pero es difícil que se den esas condiciones, las subidas deben ser muy pronunciadas y las bajadas muy largas. Los puertos de montaña tampoco son el terreno ideal para estos coches, aun así, el consumo es más bajo que en rivales equivalentes de combustión.
4. No son solo para ciudad. Aún a veces oigo a gente que cree que el motor eléctrico solo empuja hasta 50km/h. Esto es solo si lo fuerzas. Por el tipo de cambio que tiene el Toyota C-HR, el motor eléctrico puede funcionar hasta 118km/h, de modo que es fácil ir por autovía con el control de velocidad a 100km/h y ver que el coche se mueve solamente con el motor eléctrico para mantener la velocidad. Así pues, con una conducción normal, en carretera también se obtienen buenos consumos. Aunque pases de esos 118km/h y el motor eléctrico deje de empujar, el gasto no se dispara. En un viaje de unos 2500km más o menos cruzando Francia ida y vuelta por autopista a un crucero de entre 130 y 135km/h de marcador el gasto real fue de 5,5l/100km.
Estas son algunas de mis conclusiones, seguro que me olvido de otras muchas. El Toyota habitualmente lo utilizan mis padres, en los últimos meses yo solo lo cogía cuando necesitaba más espacio que el del Miata. En la ciudad donde vivo creo que no hay ventajas para los vehículos con etiqueta ECO ni tampoco sabemos exactamente las que hay cuando bajamos a Barcelona, una vez al año más o menos. De hecho, hemos perdido la etiqueta. El coche se compró porque encajaba en lo que necesitábamos, a nivel de tamaño, prestaciones, carrocería y uso.


Ya lo comenté en otro hilo, a una conocida la llegaron hace unos meses 4.000€ en multas, un mes pasando por Plaza Eliptica sin saber que estaba prohibido 