Mi padre tuvo uno. En Agosto de 1985, mis padres bajaban a ver a los padres de mi madre cuando, a las tres de la tarde, ella embarazada de mi, empezó a encontrarse mal, a 50 kilómetros de Córdoba capital. Y el 12 empezó a calentarse. Mi madre empeoraba (un golpe de calor) y mi padre decidió tirar con todo, con las consecuencias fatales que sabría que tendría. Llegarona Córdoba y en el primer bar tal y como vieron a mi madre la auxiliaron mojandole con agua y llevándola a la sombra. El 12 pues culatazo.
Mi tio vino con un camión, cargaron el 12 y para el pueblo. La suerte fue que la semana anterior un chico francés se había salido de la carretera de madrugada y siniestró su 12 Gordini, quedando el motor intacto. En cuatro dias mi padre cambió el motor en el taller de un amigo (QEPD) y vuelta a Barcelona con un 12 S con corazón de Gordini
Eran otros tiempos