El viernes por la noche hicimos bondiola de cerdo con salsa de miel y mostaza y unas patitas de pulpo que tenía perdidas por la nevera.
El domingo era el cumpleaños de un buen amigo y le hice su comida favorita. Me agencié un costillar de buey de 4 kilitos. Una auténtica joya que la verdad es que quedó espectacular.
Macerando con azúcar moreno, ajo, comino, orégano, pimienta negra, pimienta blanca, sal y pimentón dulce.
Así quedó después de dos horas alejado de la brasa con una temperatura mantenida de en torno a 160 grados. Al abrir la tapa le pegué una buena pintadita con salsa otra vez de miel y mostaza.
Después de esto media hora más, misma temperatura. Y después la envolvimos en papel de plata, previo pintada esta vez más abundante de salsa. Y así salió después de 3 horas justas envuelta.
Y así llegó al plato!