Whiplash (2014)
Otra en la candidatura de los Oscars, en este caso a mejor película, mejor actor secundario, mejor guión adaptado, mejor montaje y mejor mezcla de sonido.
Cuenta la historia de un joven ambicioso baterista de jazz, y su despótico y perfeccionista profesor del conservatorio de música.
El protagonista principal es el actor que hace de baterista, Miles Teller, pero el que se lleva el mérito de la actuación es el que hace de profesor, el veterano J.K. Simmons. No en vano, el primero no tiene ninguna nominación (ni se la merece), mientras que el segundo está nominado como mejor actor de reparto.
El montaje de las escenas en las que se ve a la orguesta tocando es muy laborioso, ya que para darle autenticidad y verosimilitud hay que hacer muchos "corta y pega". El actor que interpreta al baterista, tiene un doble para los momentos de más virtuosismo, y para que no se note el cambiazo, hay mucho trabajo de edición.
A los que les guste la música en directo, en especial el jazz, podrán apreciar mejor todos los pormenores que describe la película a nivel musical, partituras, tempos, compases, etc.
Ambos protagonistas buscan la perfección a su manera, uno tocando y el otro enseñando, pero los dos talentos son un choque de trenes porque se entregan a su trabajo con demasiada obsesión.
Este enfrentamiento entre profesor y alumno no es nada nuevo, se ha llevado a la pantalla numerosas veces en otros ámbitos. En algunos momentos, especialmente la primera parte, me ha recordado a la relación entre el sargento tirano con sus reclutas en La Chaqueta Metálica.
Me ha gustado pero me ha defraudado un poco, tenía mejores expectativas. Eso de que una película venga cargada de nominaciones a los Oscar, hace que a veces pongas el listón demasiado alto y no cumpla las previsiones. Aun así se puede recomendar.
Por cierto, para los más curiosos, el extraño título de la película, Whiplash, hace referencia al nombre de una composición de jazz de Hank Levy, que suena varias veces en el film.